Desde Beetrack-DispatchTrack destacan que los transportistas que son adultos mayores han logrado exitosamente sacarle provecho a la app de última milla para el desempeño de sus tareas
Con la transformación digital que enfrentan las distintas industrias, los adultos mayores que continúan siendo parte de la fuerza laboral tienen el gran desafío de adaptarse a nuevas herramientas tecnológicas que son parte de la vida diaria del trabajo.
Precisamente, el mundo de la logística es un ejemplo de cómo el personal de la tercera edad ha iniciado un proceso para familiarizarse con tecnologías que han revolucionado el funcionamiento del sector, sobre todo en la última milla, donde las innovaciones digitales han potenciado la gestión de las entregas para brindar una mejor experiencia al cliente.
Es el caso de los transportistas encargados de las entregas, que juegan un papel fundamental para que los pedidos lleguen en buenas condiciones y en el tiempo prometido en manos del cliente.
La adaptación a las nuevas tecnologías
Julio Vázquez, de 80 años, es chofer de la empresa StandCargo, que presta servicios de distribución para las tiendas de deporte Sparta/ New Balance.
Julio enfrenta diariamente el desafío de la última milla de buscar las rutas más óptimas para llegar a un destino. Para eso, la tecnología de Beetrack-DispatchTrack ha sido clave para llevar a cabo la ejecución de las rutas planificadas previamente.
“El uso de tecnologías es muy importante para mi trabajo. Y a la hora de entregar el pedido al cliente, la aplicación de última milla me permite realizar la prueba de entrega de manera más sencilla, ya que elimina el papeleo y facilita la firma electrónica. Es mucho más práctico, y con una foto queda registrado en el sistema que se hizo la entrega”, explica Julio Vázquez.
En cuanto al proceso de adaptación a estas tecnologías que utiliza en su trabajo, destaca que “cada avance tecnológico es un adelanto provechoso y hay que adaptarse, aunque nos cueste un poquito a nosotros que somos ya de la tercera edad. Pero no es imposible: con un poquito de tiempo se logra”.
Por su parte, Cristóbal Vergara, Jefe de Transporte y Distribución de KP Ingeniería Logística SPA, que gestiona la distribución de empresas de retail, tales como Sparta, destaca que “la adaptación de los adultos mayores ha sido paulatina, con una mayor curva de aprendizaje, pero exitosa. Hoy el 100% de nuestra flota propia utiliza Beetrack. La clave de la adaptación ha sido a través de constantes capacitaciones sobre el uso de la aplicación y buenas prácticas de entrega a cada uno de los chóferes que se incorporan a nuestra distribución, cómo también un acompañamiento constante en el uso de la misma. Adicionalmente, beetrack es una aplicación con una interfaz amigable y con beneficios tangibles para cada uno de los chóferes, lo que ayuda a su implantación”.
Según la radiografía del Adulto Mayor elaborada en febrero del 2020 por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, para el año 2035 la cantidad de personas mayores en Chile (es decir, sobre 60 años) alcanzará el 18,9% del total de la población en Chile, y el 35% en el año 2050.
Mientras que la Encuesta Nacional de Empleo del INE, señaló que la cantidad de adultos mayores trabajando en Chile aumentó en un 71% entre fines de 2010 y fines de 2019, alcanzando más de medio millón de personas.
Asimismo, el adulto mayor ha aumentado el uso de smartphones en sus actividades diarias. Según el informe «Uso de Internet y Tecnologías de la Información y Comunicación en las Personas Mayores», elaborado por el Observatorio del Envejecimiento para un Chile con Futuro, evidenció que el uso de teléfonos inteligentes tuvo un alza significativa de un 58% en el grupo de personas sobre 60 años.
Y en el rubro de la logística, hay más testimonios similares al de Julio, con transportistas de tercera edad que tienen que seguir trabajando de la mano de la tecnología, sobre todo a partir de los smartphones.
Claudio Montt, de 61 años, que trabaja como transportista de Carnes La Favorita, relata que al igual que otros choferes de la empresa, inició un proceso de adaptación para utilizar las herramientas de Beetrack-DispatchTrack, que le permiten gestionar sus entregas de manera más eficiente.
“Si bien en un comienzo fue un poco engorroso, porque soy más ajeno a la tecnología, me ha ayudado bastante en mi trabajo y ha simplificado la gestión de las rutas. La app nos facilita sacar fotos de las facturas entregadas y así dar aviso a la empresa del estado en que se encuentra el pedido”, dice Montt.
Y agrega que la tecnología “nos ha permitido ahorrar tiempo en la distribución y en la atención con el cliente. Ha sido muy fructífero este cambio”.
Desde Beetrack-DispatchTrack destacan que los transportistas que son adultos mayores han logrado exitosamente sacarle provecho a la app de última milla para el desempeño de sus tareas. Jorge Miguel Del Castillo, Head of Customer Support de la empresa, señaló que “si bien al comienzo había dificultades para el manejo de la aplicación, por la brecha generacional con la tecnología, después son muchos más responsables en su utilización y con mejor disposición a aprender, y finalmente son usuarios mucho más pragmáticos dispuestos a adaptarse a los cambios”.
Pero no solo este grupo etario debe adaptarse a la nueva forma de trabajar de esta era digital, ya que las innovaciones tecnológicas irán de la mano del envejecimiento de la fuerza laboral.
De hecho, según el Observatorio del Envejecimiento de la Pontificia Universidad Católica, desde el año 2010 la fuerza laboral en Chile ha ido envejeciendo; y en 2019 el 50% llegó a tener una edad igual o superior a 41,2 años, un registro mayor en comparación a países como como Uruguay, Argentina, Brasil, Bolivia o Colombia.
En ese sentido, Edison Soriano, de 56 años, que trabaja como operador logístico In House de Spread, señala que el uso de app de última milla “son esenciales para el desempeño de las tareas diarias y mejorar la entrega de los productos. Ha sido una adaptación sencilla donde lo más importante es tener la disponibilidad para aprender”.
Por otro lado, Patricio Silva, de 50 años, transportista de la empresa de logística y distribución Spread, destaca que las app de última milla “han sido un aporte valioso para el buen desempeño del trabajo. Y el proceso de adaptación a éstas tecnologías ha sido muy rápido”.
