Invasión a Ucrania: Si Rusia para la guerra, habrá paz. Si Ucrania deja de luchar, desaparecerá

Por ahora, ni Moscú ni Kiev quieren negociar la paz, pero en Occidente crece la presión para lograr un acuerdo.

La guerra en Ucrania está en un punto muerto. Es cierto que el ejército ucraniano ha reconquistado algunos territorios ocupados por Rusia. Pero el presidente ruso Vladimir Putin no parece querer parar los ataques deliberados, ni contra civiles y zonas residenciales ni contra las plantas de energía o suministro de agua en Ucrania. La amenaza de Moscú de usar armas nucleares es cada vez más frecuente.

Antes de la llegada del invierno, surge la pregunta: ¿Cuánto tiempo durará la guerra?

Los unos creen que solo puede haber una solución militar: Ucrania debe expulsar al ejército ruso de todos los territorios invadidos, incluida Crimea. Solo entonces podrá haber negociaciones con Rusia. No es de extrañar que esta opinión sea sostenida sobre todo por el propio gobierno ucraniano. La lucha debe continuar «sin ninguna concesión ni compromiso», dijo el Presidente Volodimir Zelensky en el Día de la Independencia de su país.

Esta es también la postura predominante en los países fronterizos con Rusia que se sienten amenazados por Moscú, como los Estados bálticos o Polonia. Según esta opinión, cualquier concesión a Rusia sería interpretada en Moscú como debilidad y estímulo para nuevas invasiones.

«Ucrania debe ganar la guerra”, dijo el Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg. «No debemos olvidar”, prosiguió: «Si la Rusia de Putin deja de luchar, habrá paz. Pero si Ucrania deja de luchar, dejará de existir como Estado independiente”.

En Alemania, la ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, del partido de Los Verdes, está entre quienes insisten en que hasta que Rusia no se retire totalmente de Ucrania, cualquier «acuerdo” sería «ingenuo”, como se evidenció con la anexión de Crimea por parte de Rusia.

La otra visión parte de que Rusia no puede ser derrotada militarmente en Ucrania y aún tiene la carta nuclear bajo la manga si es necesario.

El politólogo Johannes Varwick, de la Universidad de Halle, habla de «objetivos máximos» para una «liberación completa de Ucrania», que califica de «poco realistas», porque supondrían una «guerra de desgaste que duraría años y provocaría muchas víctimas, o bien llevarían a una escalada nuclear al final”.

Johannes Varwick advierte que «las concesiones territoriales son actualmente un gran tabú pero serán «la única forma concebible de salir de esta situación, si no se espera la opción, aún muy vaga, de un cambio de régimen en Moscú”.

El presidente ucraniano quiere seguir luchando «hasta el final» en cualquier caso y espera más apoyo del extranjero. Pero la fuerza de este apoyo y su duración dependen también del estado de ánimo de las sociedades occidentales. Estas sufren escasez de energía e inflación, en parte como consecuencia directa de la guerra; además, muchas ciudades apenas pueden ya acoger a los refugiados ucranianos.

En Alemania, el apoyo a las sanciones contra Rusia y a los envíos de armas a Ucrania está decreciendo. Según una encuesta de ARD-Deutschland de octubre pasado, el 26% de los consultados dijo que Alemania debería intensificar sus esfuerzos para encontrar una solución diplomática al conflicto. Otro buen tercio (34%) contestó «más bien sí», aunque esto pudiera significar que Ucrania tuviera que hacer concesiones con Rusia.

En Estados Unidos, 30 congresistas demócratas enviaron una carta al presidente Joe Biden en la que le instaban a iniciar negociaciones directas de EE.UU. con Rusia para poner fin más rápidamente a la guerra.

Sin embargo, el político democristiano, Roderich Kiesewetter, de la oposición, cree que las negociaciones de paz solo serían acertadas «si Ucrania está en una posición de fuerza militar. Y todavía está lejos de estarlo». Él mismo no ve ninguna razón para hacer concesiones territoriales o renunciar a la pertenencia a la OTAN. De lo contrario, Rusia también sería «recompensada» por su invasión.

Por su parte, el politólogo Johannes Varwick recomienda a los gobiernos: «Sean solidarios con Ucrania, pero no se empecinen en una victoria militar contra Rusia, sino en un equilibrio de intereses”. Y por último, Lydia Wachs, experta en Europa del Este de la Fundación Ciencia y Política, con sede en Berlín advierte: «Occidente debería apoyar ahora a Ucrania de forma tan sustancial que Moscú se dé cuenta de que esperar el desgaste occidental no tiene sentido”.

Fuente: DW (jov/er)

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