A DOS DÉCADAS DE LA “OPERACIÓN PAN”: LA MEDIDA QUE REDUJO A MÁS DE LA MITAD LOS NACIMIENTOS CON MALFORMACIONES DEL TUBO NEURAL EN CHILE

  • 21 noviembre: día internacional de la espina bífida.

Hace 20 años un grupo de investigadores impulsó en Chile la fortificación de la harina de trigo con ácido fólico, lo que permitió reducir considerablemente los nacimientos de niños con espina bífida. Una de las promotoras de esta iniciativa recuerda detalles de este hito de la salud pública considerada la intervención más exitosa después de la vacuna contra la rubeola.

Chile es el segundo país del mundo con mayor consumo de pan por habitante, con cifras que bordean los 100 kilos por persona al año.  Lo que muchos desconocen, es que gracias a este alimento y una política de fortificación de la harina de trigo con ácido fólico, a partir del año 2000, se redujo considerablemente el riesgo de nacer con malformaciones en el tubo neural, siendo la espina bífida, una de las más conocidas.

“Esto significó un hito a nivel mundial, considerando que los defectos de cierre del tubo neural son la malformación más frecuente después de las cardiopatías congénitas. La mitad de quienes nacen con este tipo de defecto fallece y los que sobreviven, lo hacen con graves secuelas”, explica la genetista y pediatra CLC, Dra. Fanny Cortés.

En Chile, ya desde los años 50 se fortificaba la harina con otros nutrientes, como hierro y vitaminas, especialmente para prevenir la anemia. Dada la evidencia de que el ácido fólico prevenía este tipo de defectos, un grupo de investigadores del INTA de la Universidad de Chile, encabezados por las doctoras Fanny Cortés y Eva Hertrampff, propusieron al MINSAL agregar ácido fólico (vitamina B) a la premezcla usada para fortificar la harina de trigo.

“En Chile, antes del año 2000, la tasa de defectos de tubo neural era de 17,1 por cada 10 mil nacidos. Tras esta política de fortificación del pan, la tasa de malformaciones se redujo a 8,6. Es decir, la mitad,” señala con orgullo la entonces jefa de la Unidad de Genética y Enfermedades Metabólicas del INTA y actual directora académica de Clínica Las Condes, Dra. Fanny Cortés.

Pero para lograr la implementación de este proyecto hubo que recorrer un largo camino de estudios, pruebas de laboratorio y también lobby. “Como sabíamos que el pan era uno de los alimentos de la canasta básica más consumidos y baratos en esa época, nos reunimos con el gremio de los panaderos para convencerlos de los beneficios de usar ácido fólico en la harina con la que hacían sus productos. En una de esas reuniones, uno de los dirigentes comentó que un familiar suyo había nacido con espina bífida, por lo que de inmediato se sensibilizó con el tema y entregó su total respaldo al proyecto,” recuerda la pediatra CLC, Dra. Fanny Cortés.

Luego de eso, vino la aprobación por parte del Ministerio de Salud y a contar del año 2000, la ley exige que el pan y, todos los productos elaborados con harina de trigo que se venden en Chile, estén fortificados con ácido fólico. Los estudios posteriores demostraron el éxito de la medida, y sólo bastaba consumir dos panes diarios para reducir el riesgo de malformaciones.

¿Qué es la espina bífida?

Los defectos de cierre del tubo neural son malformaciones que afectan la cubierta músculo- esquelética que protege el Sistema Nervioso Central. El defecto más común es la espina bífida; en este caso la columna no se cierra adecuadamente y la médula espinal queda expuesta.

Existen diferentes grados de afectación, con defectos abiertos y cerrados. A mayor extensión del defecto y mayor exposición de la médula espinal, mayores son las secuelas a largo plazo. El tratamiento es quirúrgico y puede, en algunos casos, realizarse durante el período prenatal.

Reconocimiento internacional

La fortificación de la harina con ácido fólico fue un proyecto muy exitoso y con un índice costo-efectividad muy importante. “Por cada dólar gastado, se ahorran 10”, señala la Dra. Cortés. “Tal fue el impacto de esta idea, que incluso fuimos a exponer nuestros resultados a China.” Además, el ácido fólico es de muy bajo costo, por lo que la implementación de la medida no implicó tampoco un alza en el costo del pan.

La fortificación de alimentos sigue siendo una medida muy utilizada, especialmente para mejorar los niveles de micronutrientes a nivel poblacional. Es así como a partir del 2024 la leche y la harina serán fortificadas con Vitamina D.

Desde la Salud Pública y en relación con la prevención de malformaciones congénitas, se considera que la fortificación de alimentos con ácido fólico es la intervención más exitosa después de la vacuna contra la rubeola.

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