- Tuvieron que pasar nada menos que 23 años para que Deportes Copiapó alcanzara la gloria de subir, por fin, a la Primera División A del fútbol profesional chileno.
La tarea parecía imposible: ganarle de visita nada menos que a Cobreloa que tenía la fiesta lista para festejar en casa, ante su gente, el ascenso al fútbol de honor.El resultado final, a todas luces, es impensado hasta para el más optimista y fanático hincha del cuadro copiapino. Un 5-0 lapidario, categórico, inobjetable para que no quedara dudas de quién fue el mejor de la División B en la temporada 2022.
Tres finales en las cuatro últimas temporadas ponen de algún modo una cuota de justicia en el triunfo de Deportes Copiapó, máxime cuando se recuerda la forma vergonzosa en que la ANFP lo destronó al final del torneo pasado, cuando tenía listo su ascenso y le programaron una definición extra ante Huachipato, dilatando la definición en más de un mes, cuando el plantel ya se había marchado a vacaciones, el técnico había renunciado y todo sin explicación alguna por parte del ente rector del fútbol profesional chileno.
GOLES SON AMORES
El camino del triunfo lo abrió Maxi Quinteros, una de las grandes figuras del equipo, a los 15 minutos, tras definir con éxito ante la tibia salida de Matías Cano.
La pesadilla de los loínos empezó ser más potente a los 17 minutos cuando el defensor Axel Ríos fue amonestado por saltar con el brazo en alto y golpear a un rival. Situación que repitió de forma calcada cinco minutos después, por lo que el juez José Cabero lo expulsó por doble amonestación.
Cuesta arriba era el panorama para el local, que veía esfumarse una nueva oportunidad para ascender. Algo que empezó a ser realidad a los 39’, cuando otra vez Quinteros anotó entrando por la derecha.
En la segunda parte, Cobreloa quiso reaccionar cuando a los pocos segundos tuvo un remate en el palo a través de David Escalante. Lamentablemente para los Zorros del Desierto, después de esa jugada la defensa estaba mal parada y Jorge Luna armó una gran jugada personal para marcar el 3-0 que sellaba la llave.
El problema es que aún quedaba más sufrimiento para los calameños. A los 67’ Eduardo Pucheta entró nuevamente por la banda derecha y sacó un remate que se desvió en un defensa naranja, engañando a Matías Cano y decretando el 4-0 que dejaba a los atacameños en Primera División.
Quedaba más fiesta copiapina en Calama. A los 75’ Maxi Quinteros marcó su hattrick, luego de un córner donde la pelota quedó dando botes en el área y el argentino aprovechó para dejar parado a Cano con una media vuelta extraordinaria.
Para colmo, a los 85′ Cobreloa se quedó con 9 jugadores luego de una agresión de Rivaldo Hernández que fue vista por el VAR.
Será la primera vez que Deportes Copiapó juegue en la máxima categoría del fútbol nacional. Anteriormente Regional Atacama lo hizo en dos períodos: 1982-1984 y 1994-1996. En 1998 desapareció para darle paso al nombre actual del club, un año después cuando el empresario Italo González se metió la mano al bolsillo y evitó que la ciudad se quedara sin fútbol profesional, creando la primera Sociedad Anónima del fútbol chileno que financiaba a un club profesional.
Lamentablemente para Calama y su gente, el equipo naranja celebró antes de jugar, se les quemó el pan en la puerta del horno. Al menos, así lo dejó entrever el golero Matías Cano con expresiones que decían que el cuadro que merecía estar en primera era precisamente Cobreloa, mirando por sobre el hombre a sus rivales que siempre jugaron de chico a grande, con respeto por el rival, pero mojando la camiseta y convencidos de lo que podían dar, porque era lo que buscaban y lo que querían darle a la ciudad de Copiapó: un triunfo y los boletos para jugar en primera división A, a partir del 2023.
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