Esta especie (Odontaspis ferox) habita en océanos tropicales y cálidos de todo el mundo, aunque su distribución es desigual. Solo se ha reportado un número relativamente pequeño de capturas y de avistamientos, de modo que se conoce poco sobre su biología y comportamiento.
El hallazgo en Galicia significa una oportunidad poco frecuente para examinar esta elusiva especie de tiburón.
“Hay relativamente poca información sobre este tiburón “, le dijo a Newsweek Life Gonzalo Mucientes, el principal autor del estudio realizado por el Instituto de Investigaciones Marinas, Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Vigo, España.
El tiburón arenero tigre de dientes pequeños se ha visto más al norte de Galicia, cerca de la costa de Francia, por ejemplo. Sin embargo, este activo depredador nunca se había encontrado en Galicia ni en áreas adyacentes.
Los científicos dijeron que hallar al tiburón donde se encontró era algo poco usual, ya que, por lo general, vive en aguas profundas alrededor de islas, así como en plataformas y pendientes continentales sumarinas.
“Resulta sorprendente, toda vez que estas especies viven mayormente en el fondo marino cerca de islas y elevaciones submarinas, o en las profundidades de pendientes continentales en el área de distribución”, dijo Mucientes.
“Los estuarios gallegos se caracterizan por tener aguas bajas con mucha pesca, donde este tiburón hubiera podido ser atrapado de haber sido visto más a menudo”.
El tiburón que se analizó en el estudio era una hembra que pesaba unas 660 libras, lo que lo coloca entre los ejemplares más pesados de estas especies que se conocen, según Mucientes.
El peso máximo que se registrado para esta especie es de alrededor de 637 libras, aunque hay pruebas de algunos que han llegado a alcanzar un tamaño de 14 pies.
Antes de quedar atrapado en la orilla, el tiburón hembra, un pequeño barco de pesca en la costa noroeste de España lo cazó accidentalmente y luego lo soltó.
Todavía vivo, el tiburón quedó atrapado a la orilla de un pequeño estuario llamado O Esteiro. Murió asfixiado pocas horas después.
Mucientes y sus colegas confirmaron la muerte del escualo, al tiempo que tomaron medidas del cuerpo y muestras de tejidos.
El equipo de expertos identificó a la especie basándose en análisis genéticos y en varias características como son los dientes delgados, un hocico largo, bulboso y la forma de las aletas. El tiburón arenero tigre de dientes pequeños a menudo se confunde con el tiburón gris, que es mucho más común.
Los investigadores detectaron parásitos anthosoma crissum en la boca del pez, un tipo de parásito que se halla con regularidad en otros tiburones. De igual modo, pudieron comprobar que el tiburón no tenía ningún tipo de alimento en el estómago, lo que indica que había estado emigrando días antes de su muerte.
La evidencia que está disponible también muestra que esta especie podría recorrer largas distancias cruzando acantilados submarinos, archipiélagos e islas, así como elevaciones submarinas
“Las hembras maduras de esta especie posiblemente emigran a aguas bajas en sus períodos de cría y pueden ser vistas de forma periódica en lugares específicos, como es el caso de la isla El Hierro en las Islas Canarias”, escribieron los autores en el estudio. “Sin embargo, la naturaleza y explicación de estos comportamientos aún está por descubrirse”.
La escasez de avistamientos y capturas de estos tiburones podría deberse a su pequeña población. La explicación también podría deberse a que al vivir en aguas muy profundas quedan fuera del rango de la mayoría de las operaciones pesqueras comerciales y tradicionales.
El más reciente estudio ofrece nuevas perspectivas con respecto a la distribución e incidencia de esta poca vista especie.
Hay cierta preocupación de que la población de tiburones areneros tigres de dientes pequeños esté disminuyendo debido a las actividades humanas en algunas regiones. Sin embargo, la falta de una información adecuada significa que no se dispone de valoraciones y análisis precisos sobre su estatus de conservación.
La especie está protegida en algunos países mediterráneos y del Pacífico como Croacia, España, Colombia y Nueva Zelanda, pero en muchos otros países, no hay establecidas medidas de protección específicas.
Los expertos creen que este tiburón enfrenta varias amenazas, como la degradación de su hábitat, la contaminación y la pesca indiscriminada. Quienes han tropezado con estos depredadores han reportado que no se comportan agresivamente con los humanos, a pesar a su descomunal tamaño.
“Se necesita hacer más estudios para poder determinar con exactitud el número, el alcance de la distribución y la biología de esta especie”, señalaron los autores en el trabajo.
“Sugerimos que los especímenes que se encuentren muertos o atrapados deben estudiarse para de este modo poder tener más información sobre esta especie y, como en este caso, obtener más datos biológicos y genéticos de importancia”.
Fuente El Nuevo Herald ,Traducción de Jorge Posada