La Cámara de Diputados propinó un duro golpe al Gobierno de Boric al rechazar en general la propuesta de Reforma Tributaria por 73 votos en contra y 71 a favor, más 3 abstenciones.
La propuesta de reforma tributaria ingresó a la Cámara de Diputados para su tramitación el 7 de julio de 2022, una semana después de que la Convención Constitucional terminara su labor.
Esta corporación rechazó el proyecto en general por no cumplir la mayoría suficiente de votos la idea y, de esa manera, no podrá ser presentado hasta dentro en un año más, salvo que el Ejecutivo intente enviar la iniciativa al Senado, donde tendría que conseguir un improbable apoyo de dos tercios para que sea revisada de nuevo por la Cámara y, como bien es sabido, la mitad del senado está compuesto por representantes de la oposición.
Cabe hacer notar que la Reforma Tributaria es considerada la más importantes dentro de los proyectos de la administración de Boric, debido a que su objetivo es el financiamiento del programa de gobierno.
“Tengamos claro que la reforma tributaria no tiene efecto inmediato, pero si no la impulsamos ahora en el corto plazo, por supuesto que después, en los años 2024-2025, no van a estar los recursos para las reformas estructurales que hay que hacer”, dijo en junio de 2022 el ministro de Hacienda, Mario Marcel.
Por lo tanto, la votación en la Sala de la Cámara de Diputados significó la peor derrota política que ha sufrido el ministro de Hacienda, Mario Marcel, en toda su gestión. Por extensión, es la más grave del Gobierno después de la derrota en el Plebiscito Constitucional de septiembre y los fallidos intentos de nombramiento del Fiscal Nacional.
El proyecto de ley “Hacia un nuevo pacto fiscal” pretendía aumentar la recaudación fiscal en 2,6% al 2026. Para ello modificaba el Impuesto a la Renta (para recaudar 0,8% del PIB en 2026), crear un impuesto a los altos patrimonios (0,4%), reducir las exenciones (0,2%) y plantea medidas «antievasión y antielusión»(1,6%).
Al mismo tiempo, hay que recordar que el Gobierno vinculó subir la PGU a 250 mil pesos a la condición que fuese aprobada la Reforma Tributaria. Ante este rechazo, el Gobierno tendrá que dar las explicaciones correspondientes por un proyecto que dio por aprobado anticipadamente.
Este nuevo portazo al Gobierno significa, en particular, la peor derrota en términos legislativos, producto de la soberbia de un gobierno que no quiso escuchar y que no se abrió a las sugerencias que les hiciera Chile Vamos para mejorarla. “El Gobierno pensó que podía aprobar en el congreso una reforma tan extrema como la que presentaron. Nosotros esperamos que el gobierno aprenda la lección porque si siguen por este camino en la reforma Previsional les va a ocurrir exactamente lo mismo”, indicó a la prensa un vocero de la oposición.
