- En el sur de la Florida se han implementado varios métodos para atrapar y eliminar a las enormes pitones birmanas, pero su erradicación «es probablemente imposible» y el problema de invasión de esta especie representa “uno de los más difíciles” de resolver en todo el mundo, advirtió el Servicio Geológico de EEUU (USGS, en inglés).
El constrictor gigante tenía una población reproductora establecida en el Parque Nacional de los Everglades en 2000 y desde ese año se ha expandido ocupando ahora gran parte del sur de Florida. Consume una amplia gama de animales y ha alterado la red alimentaria y el ecosistema de esa zona, detalló USGS en un informe.
El problema surge de una combinación única de hábitat inaccesible con la capacidad de estas serpientes de camuflarse y que se adaptan muy bien en el ambiente subtropical del sur de la Florida, “lo que las hace extremadamente difíciles de detectar”.
La ecologista del USGS Jacquelyn Guzy, autora principal de la publicación, destacó que por primera vez toda la ciencia sobre la ecología de las pitones y las posibles herramientas de control se han consolidado en un solo documento, lo que permite identificar áreas de investigación importantes para ayudar en futuras estrategias de gestión de estas culebras.
“Esta síntesis es un hito importante sobre la pitón birmana. Seis años en desarrollo, representa el consenso de la comunidad científica sobre la invasión” de estas serpientes afirmó.
“Las pitones no entran fácilmente en ningún tipo de trampa, ocupan grandes extensiones de hábitat inaccesible y se camuflan muy bien en el entorno subtropical de Florida”, precisó Guzy.
Estas enormes serpientes, que han impactado severamente a las especies y ecosistemas nativos, se encontraron en los pantanos de los Everglades en 1979 en Miami-Dade y se consideró que fueron liberadas o se escaparon, hasta inicios de 2000 cuando se confirmó una población reproductora y se reconoció como una especie invadora establecida.
Ahora se encuentran en los Condados Broward, Palm Beach, Monroe y en la costa suroeste del estado.
“Las tasas de detección de pitones individuales extremadamente bajas obstaculizan nuestra capacidad tanto para estimar la abundancia de pitones como para expandir las herramientas de control en el extenso paisaje natural”, dijo la ecologa de investigación del USGS, Kristen Hart.
Pero “en general, la erradicación de pitones en el sur de Florida probablemente es imposible. La supresión de la población de pitones, incluso a escala local, requerirá la coordinación estratégica de investigadores, administradores de tierras, financiamiento, divulgación pública, implementación de varias herramientas complementarias diferentes y una evaluación rigurosa de estas herramientas”, se concluyó en el informe.
Fuente: Nuevo Herald