Hace más de 1,000 años, varios hombres de la sociedad maya fueron decapitados en un templo ubicado en lo que hoy día es México.
Ahora, un equipo de arqueólogos han desenterrado sus cráneos, lo que arroja luz a la cultura y salud de los mayas, un pueblo que en determinada época vivió en una gran región de América Latina.
Los restos se descubrieron en el sitio arqueológico Moral-Reforma, en una selva del sureste de México, de acuerdo con un comunicado del 23 de agosto que dio a conocer el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Cinco cráneos, además de fragmentos de otros huesos, se hallaron enterrados a menos de un pie de tierra. Todos pertenecen a hombres, cuyas edades van de los 17 a los 45 años.
Basándose en las marcas de los cortes, los arqueólogos determinaron que por lo menos dos de los hombres fueron decapitados en un templo durante el Período Clásico Tardío, que duró del 600 hasta el 900 D.C.
Además, los cinco cráneos alargados, indican que los hombres tenían las cabezas artificialmente deformadas desde muy temprana edad. La práctica, que debió haberse hecho mediante la colocación de tablillas, estaba típicamente asociada con las altas esferas de la sociedad maya.
Se cree que la modificación craneal se hacía para evitar que los niños se enfermaran y para imitar a los dioses mayas que tenían largas cabezas, según un estudio que se publicó en la revista especializada Journal of Anthropological Sciences.
Tres de los cráneos tenían caries, un indicio de que con regularidad los hombres consumían carbohidratos, posiblemente al comer maíz, dijeron los arqueólogos. Uno de los cráneos tenía una piedra de jade incrustada en un diente.
La modificación dental era práctica común entre los mayas y se llevaba a cabo entre pueblos de variados estatus sociales, según el libro Ancient Maya Teeth. Los habitantes se pulían, llenaban y perforaban los dientes, a veces con incrustaciones decoradas de pirita y jade.
Los restos de más de 40 mayas se encontraron en el el sitio arqueológico en la más reciente temporada de excavación, señalaron los arqueólogos.
Fuente: El Nuevo Herald
