41% está menos confiado en que se tendrá una nueva constitución comparado con lo que pensaba en el primer proceso

  • Sin embargo, 63% continúa opinando que el país necesita una nueva Constitución. Pero, la opción “en contra” es mayoritaria con 40% y está más decidida en mantener su voto que quienes aprobarían la propuesta.

La empresa de investigación de mercados Ipsos lanzó su más reciente informe “Claves Ipsos”, en el que encuestó a 800 chilenos y chilenas para describir las opiniones y comportamientos ciudadanos respecto de temas de interés para el país. En esta edición se hizo una radiografía al voto en el próximo plebiscito constitucional sobre el proceso constituyente, su propuesta y que depara para el futuro.

Radiografía al voto a favor y en contra

El 17 de diciembre se realizará el plebiscito, de carácter obligatorio, para determinar si la ciudadanía está de acuerdo con la propuesta de una nueva Carta Fundamental redactada por el Consejo Constitucional. Las personas que respondieron la encuesta indicaron en un 40% que votarían en contra, 26% a favor y 26% indicó que aún no ha decidido su voto.

Respecto del nivel de decisión del voto, quienes se inclinan por la opción “en contra” están más decididos en su voto (74%), mientras que en la opción “a favor», el porcentaje baja a 63%.

Al examinar el voto a favor, se observó que esta decisión es más fuerte entre hombres (31%), personas de niveles socioeconómicos altos (30%) y entre se identifican con la derecha (45%).

Las principales razones por las que las personas votarían “a favor” corresponden a que el país necesita una nueva Constitución creada en democracia (25%), el contenido de la propuesta les representa (18%), el país necesita estabilidad política para crecer (17%) y que la propuesta incluye artículos que son importantes a nivel personal (16%).

Al consultar al voto “a favor” por posibles situaciones podrían cambiar su decisión al voto en contra, 32% indicó que cambiaría su posición si detecta que la propuesta tendrá consecuencias políticas, sociales o económicas negativas para el país; 20% cambiaría el voto si identifica un artículo que le perjudica directamente y 9% si observa que la propuesta aumenta la polarización del país.

En el caso del voto “en contra”, su distribución es homogénea por sexo, edad, territorio o nivel socioeconómico. Pero, es más fuerte entre personas de izquierda (60%).

Los principales motivos para votar “en contra” corresponden a que el texto elimina o pone en peligro derecho y/o garantías que ya existen en el país (27%), a la falta de confianza en que el Consejo Constitucional haya redactado una buena propuesta (23%) y el desacuerdo con artículos específicos que son importantes para las personas consultadas (13%).

¿Qué cambiaría el voto en contra en uno a favor? Según el estudio, 36% cambiaría su voto a uno a favor si logran acuerdos entre diversos sectores políticos del país para cambiar el texto propuesto, 15% si hay un acuerdo para que posteriormente a la aprobación se reformen los aspectos que hoy no se comparten y 13% si se identifican beneficios directos a nivel personal (13%).

Respecto del voto indeciso que alcanza a 26%, éste se observa con mayor frecuencia entre las mujeres (32%), entre personas mayores de 50 años (34%) y entre quienes no se identifican con ninguna posición política (35%)

“Aunque la distancia entre las dos opciones es amplia, todavía una de cada cuatro personas no decide su voto. Pero, entre quienes ya decidieron se observa una importante convicción que hace poco probable un cambio de opinión. Esto es especialmente observable en el voto en contra, donde las condiciones solicitadas para votar apruebo están relacionadas con una reescritura del texto propuesto antes del plebiscito o un acuerdo previo ahora para su revisión y cambio posteriormente a su aprobación”, comenta Alejandra Ojeda, Gerenta de Estudios Públicos de Ipsos Chile.

La propuesta constitucional

Solo una de cada cinco personas se siente muy informada sobre la propuesta constitucional, mientras que 60% indica estar sólo algo informada. Y un 15% de las personas se reporta como nada informada del proyecto.

Entre quienes aseguran estar muy informados, el 33% indica que votará “a favor” y 24% “en contra”.

Al analizar el texto constitucional propuesto por el Consejo Constitucional, en general predominan ideas negativas, donde 58% indica que es un texto que divide y 50% considera que está pensado sólo para algunos.

Si se compara la propuesta con la actual Constitución, 36% estima que esta propuesta es peor, 27% sostiene que es mejor, 23% que es igual, mientras que 14% no lo tiene claro.

Otro hallazgo es que 41% de las personas que participaron del estudio indicaron que se sienten menos confiadas en lograr una nueva Constitución en comparación con el proceso constituyente del año pasado. Además 34% está hablando menos con sus pares sobre el proceso constituyente, 31% se siente menos informado y 29% menos motivado que en el primer proceso.

El Futuro del Proceso Constitucional

63% apoya la idea de que el país necesita una nueva Constitución, mientras que 31% se muestra en desacuerdo.

Pero, 56% cree que en este proceso no se aprobará la propuesta constitucional a plebiscitar el próximo 17 de diciembre, mientras que sólo un 27% piensa que se aprobará.

Frente al escenario de una posible aprobación, la mitad de las personas (53%) cree que el texto se reformará a futuro, ya sea inmediatamente después del plebiscito o en un par de años más. Y 31% piensa que la discusión quedará cerrada mucho tiempo.

Y en el escenario de un posible rechazo, 61% opina que la discusión sobre el proceso debe seguir, ya sea de inmediato o en un año más. Mientras que 29% opinó que el debate debería terminar de una vez por todas.

“Continúa siendo mayoritaria la demanda por una nueva constitución, pese a la expectativa negativa en el resultado del actual proceso y a un posible desgaste o cansancio de la ciudadanía. Y esto se traduce en que seis de cada diez personas insisten en continuar la discusión constitucional en el caso de no lograr un texto aprobado en diciembre próximo. Será un gran desafío para la clase política el lograr un nuevo acuerdo y generar un mecanismo que permita satisfacer la demanda ciudadana, pero que no repita los patrones que se han seguido en el anterior y actual terminando en un tercer rechazo ciudadano”, indica Alejandra Ojeda, Gerenta de Estudios Públicos de Ipsos Chile.

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