Por RedGradúaChile, Santiago, 07 de noviembre de 2023
Somos RedGradúaChile
Los días 10 y 11 de octubre del presente año, se desarrolló el Seminario titulado “La deserción educativa como problema transgeneracional”, en donde participó y expuso RedGradúaChile. Las temáticas tratadas fueron: datos estadísticos sobre EPJA y desescolarización, y cómo estos aumentaron producto de la Pandemia de Covid-19; el Plan de Reactivación, la deserción escolar y el foco en EPJA; los factores ambientales que influyen en la deserción de NNA; los factores socioemocionales asociados a la deserción escolar, entre otros.
RedGradúaChile se conforma durante el primer semestre del año 2023, a partir de la necesidad de visibilizar la realidad de la educación para jóvenes y adultos. Es así, como un conjunto de organizaciones dedicadas a las distintas modalidades de educación de adultos, así como también dedicadas a trabajar en educación en términos generales, nos organizamos para impulsar un cambio significativo en la sociedad chilena, trabajando con organizaciones de la sociedad civil, empresas y el Estado, para visibilizar y abordar el grave problema de tener casi 5 millones de personas jóvenes y adultas sin su escolaridad completa.
En la actualidad, la Red está compuesta por: Corporación Crecechile, Infocap, ONG Good Neighbors, Caritas Chile, Corporación Sopeña, Red de Educación Comunitaria (RedUCC Pudahuel), Fundación Por Una Carrera, Formando Chile, la Asociación Chilena de Municipalidades y personas naturales que cuentan con una expertise en temas ligados a la educación. La representación de la Red está a cargo de Victoria Gómez Sotomayor -Directora Ejecutiva de CreceChile-, quien ocupa el cargo de Presidenta.
A partir de la información que pudimos recopilar gracias al desarrollo del seminario mencionado más nuestra experiencia trabajando en esta temática, es que como Red creemos que es necesario dar a conocer la realidad de la educación chilena, no sólo dando foco a lo que ocurre en la Región Metropolitana o en las grandes urbes, sino que también debemos visibilizar la crisis que atraviesa la educación chilena a lo largo y ancho de todo el territorio nacional.
Atacama: el caso más actual que visibiliza la crisis en el modelo educacional chileno
Durante la última semana se ha dado a conocer a nivel público la crisis educativa que azota a la región de Atacama. De los establecimientos educacionales administrados por los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP), los cuales corresponden a 78 en la región, tan sólo 14 recintos escolares y 18 jardines infantiles estarían actualmente activos. Cabe destacar que entre los recintos educativos administrados por el SLEP, se encuentran jardines infantiles, escuelas y liceos.
El resto de los establecimientos (46 en total) se encuentran en paro desde el día 4 de septiembre, lo cual recientemente se ha dado a conocer a la opinión pública. Esto significa que hay una gran cantidad de estudiantes que se encuentran afectados por esta situación -cerca de 30 mil alumnos-, ya que corren riesgo de perder su año escolar, el cual finaliza en dos meses (El Mostrador, 23 de octubre del 2023).
El paro llevado a cabo por los docentes de los establecimientos, sería un modo de protestar frente a las malas condiciones de infraestructura y de insumos educativos, lo cual merma el desarrollo de las actividades educativas, y cuenta con el respaldo del Colegio de Profesores, quienes hasta el día 3 de noviembre no aceptaron la última propuesta del Gobierno para deponer el paro, ya que no hay ninguna escuela que cuente con lo mínimo para la realización óptima de sus clases. Incluso, el Colegio de Profesores solicita que se declare estado de emergencia educacional para poder buscar una solución al conflicto.
En este contexto, que en la jornada del día jueves 2 de noviembre, la Fiscalía de Atacama desarrolló diligencias investigativas en donde se incautaron distintos tipos de evidencias, entre ellas, equipos de telefonía móvil y computadores tanto del SLEP de Copiapó como de la Secretaría Regional Ministerial de Educación (BiobíoChile, 02 de noviembre de 2023). Las diligencias fueron llevadas a cabo por la Policía de Investigaciones con el objetivo de recopilar antecedentes documentales vinculados con las fiscalizaciones realizadas durante los años 2021 y 2022, las cuales estarían plasmadas en formato de informe. De este modo, se podrá establecer si se está en presencia de un hecho de corrupción, además de identificar a eventuales responsables.
¿Qué son los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP)?
Los SLEP corresponden a sostenedores educacionales que surgen a través la Ley 21.040, en donde se crea una nueva institucionalidad para la Educación Pública en Chile. Con la creación de este nuevo órgano educativo, el cual se encuentra bajo el alero del Ministerio de Educación y del Estado de Chile, se velará por una educación integral, de calidad y enfocándose en la pertinencia local, centrado en los aprendizajes y habilidades del siglo XXI.
Cabe destacar que son órganos públicos que territorialmente son descentralizados, y de manera gradual se busca que la educación esté bajo cargo de un servicio público dedicado exclusivamente a la educación -a diferencia de la figura municipal-.
A la fecha han sido traspasados cerca de 650 establecimientos educacionales de 41 comunas con una matrícula aproximada de 184.000 estudiantes, dejando atrás a las municipalidades como los organismos responsables de entregar educación a niños, niñas, adolescentes y adultos del país (Educación Pública, 2023).
Crisis en la educación chilena: antecedentes y datos
Durante la última década la educación, la cual es una de las principales instituciones a nivel nacional, ha presentado una serie de problemáticas que han sido visibilizadas, lo cual permite establecer que está atravesando por una crisis que aún no tiene punto de solución.
Las problemáticas detectadas guardan relación con la existencia de brechas entre las escuelas públicas y privadas, la mala gestión de recursos, la corrupción, el desencanto de los profesores con el sistema educativo, la avanzada de olas de violencia al interior de los establecimientos -entre los propios estudiantes y de estudiantes a profesores-. A esto se suman las altas tasas de deserción y el bajo desempeño de los estudiantes, situación que se agravó con la aparición de la pandemia del Covid-19, el año 2020 (El País, 03 de julio de 2023).
Si nos centramos en las cifras, la prueba Simce 2022 arrojó resultados poco esperanzadores, ya que a nivel nacional los puntajes presentaron una baja significativa respecto a la prueba realizada el año 2018. En términos de conocimientos específicos, se da a conocer que hubo un retroceso en los niveles socioeconómicos más bajos, hablando incluso de que se generó una pérdida de todo el conocimiento avanzado en los últimos 10 años en habilidades lectoras.
Esta problemática no sólo apunta a la disminución del desempeño académico, sino que nos habla de la formación en términos generales que se les está inculcando a los estudiantes, ya que no sólo los afecta en su presente, sino que los resultados se verán de manera exacerbada en el futuro, cuando estén atravesando su formación profesional e incluso cuando estén insertos en el mercado laboral.
La realidad de la crisis educacional en cifras
Según las cifras de los últimos cinco años, presentadas por el Centro de Estudios del Mineduc, al año 2022, se tiene que 1.208.124 estudiantes son inasistentes graves (considerando desde Educación Parvularia a Educación Para Jóvenes y Adultos), es decir, su asistencia promedio es menor al 85%, lo cual significa que tienen un alto riesgo de repitencia y/o de abandonar el sistema educativo. Al año 2018, el 15,8% de los estudiantes eran inasistentes graves (521.696 casos); al año 2019, el 28% de los estudiantes (878.361 casos) eran inasistentes graves. Al año 2022, el 38% lo era, mientras que en el presente año ese porcentaje se redujo a 26,6% (889.319 casos).Gráfico 1: Porcentaje de inasistencia grave, período 2018-2019- 2022-2023
Creación propia a partir de Datos de Centro de Estudios Mineduc, 2023. Período de 2020 y 2021 no aparecen especificados debido a la flexibilidad en la medición de la asistencia a causa de la Pandemia de Covid-19.
En 10 regiones de las 16, se incrementó la inasistencia grave entre los años 2019 a 2022 a más de 10 puntos porcentuales, afectando de sobremanera a las regiones más rurales del país, tales como, Aysén, Los Ríos, Araucanía, Biobío, Ñuble, Maule, Valparaíso, Coquimbo, Tarapacá y Arica. Destaca negativamente la región de Atacama, la cual tiene un 64% de inasistencia grave a nivel regional, presentando el porcentaje más alto a nivel nacional, al año 2022.
Respecto a la asistencia promedio a nivel nacional, hubo una disminución entre los años 2019 al 2022, pasando de un 90% a un 84,9%.
La cifra más alarmante guarda relación con el período de la pandemia, en donde para el año 2020, más de 186 mil NNA y jóvenes de entre 5 a 21 años abandonaron el sistema escolar.
Un dato importante a destacar, es que si estos NNA y jóvenes no lograr ser reinsertados al sistema educativo, se generará un círculo vicioso de desescolarización, ya que según un estudio presentado por la Universidad ciencias de la Informática (UCINF) en el año 2010, el 58,7% de los hijos de padres que no finalizan su escolaridad, no terminan su enseñanza escolar.
El caso de la Región de Atacama: la crisis más allá de los acontecimientos recientes
Tal cómo se mencionó en el apartado anterior, Atacama es la región que presenta un mayor porcentaje de inasistencia grave a nivel nacional, con un total de 39.594 casos. Esto indica que una gran cantidad de estudiantes corren el riesgo de no continuar sus estudios escolares.
A esta cifra ya preocupante, se le debe sumar aquellas personas que actualmente se encuentran en riesgo de perder su año escolar debido a las paralizaciones actuales -cerca de 30 mil estudiantes-. Es decir, cerca de 70 mil estudiantes corren el riesgo de ser considerados futuros desertores del sistema escolar.
A esta cifra alarmante que refleja la crisis educacional de la región, se debe sumar la cantidad de personas mayores de 18 años que no han terminado sus estudios escolares. Según la encuesta Casen 2017, el 27,1% de su población mayor de 18 años es desescolarizada, lo cual no deja de ser una cifra preocupante, ya que corresponde a 77.458 personas.
Si se buscara implementar un programa a nivel regional de nivelación de estudios, estaríamos hablando de cerca de 150 mil cupos que deben ser asegurados para estas personas adultas y jóvenes. Sin embargo la realidad es otra, ya que al año 2022 tan sólo habían 1300 cupos dirigidos a Educación Para Jóvenes y Adultos (EPJA), es decir, estaríamos hablando de la existencia de un 0,1% de oferta de cupos para la nivelación de estudios de las personas adolescentes, jóvenes y adultas.
En la actualidad, considerando sólo a las personas mayores de 18 años desescolarizadas, la oferta para EPJA corresponde a un 1,7%.
Si desglosamos la información por comuna, encontramos que en la región de Atacama la única comuna que no cuenta con cupos para la nivelación de estudios escolares es Alto del Carmen. Sin embargo, si la actual crisis que tiene a 46 establecimientos escolares sin funcionar se extiende y provoca que los cerca de 30 mil estudiantes ya mencionados pierdan su año escolar, ya que la repitencia de algún nivel es una de las principales causas que provocan deserción escolar, ¿qué pasará con la oferta escasa de cupos para los programas de nivelación de estudios en la región?, ¿qué rol jugarán las instituciones educativas y el Estado en prevenir la deserción y/o en generar instancias de reinserción educativa?
La deserción escolar y los jóvenes y adultos que no pudieron finalizar su educación escolar como el resultado más inmediato de la crisis educacional chilena
A nivel nacional, un total de 5.033.880 personas mayores de 18 años no han finalizado su educación escolar. De este total, al año 2022 solamente 114.746 cupos para programas de nivelación de estudios escolares, lo que indica que tan sólo existe un 2,3% de oferta en cupos para que los jóvenes y adultos que no finalizaron su educación básica o media, lo puedan hacer.
A estas cifras que no dejan de ser impactantes respecto a la realidad nacional, se van sumando nuevos antecedentes. Atacama es el caso más actual que nos permite identificar las falencias del sistema educativo chileno, sin embargo, no es la región que presenta un mayor índice de desescolarización, ya que las regiones del Maule, Los Lagos, Ñuble y la Araucanía presentan un porcentaje cercano al 50% de su población mayor de 18 años que no finalizó su educación escolar (según encuesta Casen 2017).
Gráfico 2: Porcentaje de población mayor de 18 años desescolarizada por regiones. Año 2017.
Creación propia a partir de resultados Encuesta Casen 2017.
Estas cifras permiten identificar el cómo la centralización de la educación ha ido en desmedro de aquellas regiones que presentan un mayor porcentaje de población rural, al mismo tiempo que coincide con que son las regiones que mantienen un mayor porcentaje de trabajadores informales, debido a la presencia de industrias tales como la pesca, agricultura, ganadería, celulosas, hidroeléctricas y puertos de pesca.
Tras revisar los datos presentados por la Casen 2017 y por los Reportes Comunales brindados por la Biblioteca Nacional del Congreso, encontramos que de las 16 regiones del país, un total de 99 comunas -de un total de 346 comunas a nivel nacional- no presentan oferta para la nivelación de estudios escolares.
Tal vez, sea tiempo de considerar a la desescolarización como uno de los principales factores que empobrece y perjudica la calidad de vida de las personas, y no sólo dejarlo en manos de un solo Ministerio ni enfocarse en un solo territorio, sino que comenzar a gestionar trabajo conjunto entre los Ministerios de la Mujer, de Desarrollo Social y el de Economía, Fomento y Turismo, pues las aristas involucradas en esta problemática social van más allá que sólo la cantidad de años cursados y/o la cantidad y calidad del conocimiento adquirido, reconociendo también las necesidades y demandas específicas de cada región de Chile.