Chile rechaza nueva propuesta Constitucional con triunfo de la opción En Contra

Condicionados por la obligación de tener que cumplir con “el deber cívico” de concurrir a sufragar por ley, casi 15 millones de chilenos se volcaron a las urnas a lo largo y ancho de nuestro país durante este domingo 17, a una semana de la Noche Buena, para rechazar o aprobar la nueva propuesta constitucional, entre las opciones En Contra o A Favor, respectivamente.

A diferencia de las dos votaciones anteriores (plebiscito de salida y elección de consejeros constitucionales), esta vez la población concurrió a votar con rabia, con impotencia, molestia, desgano y sensación de sentirse engañados y utilizados por la clase política para sus objetivos. Estos fueron los síntomas palpados entre los votantes que permitieron, cerca de las 20 horas, tener plena claridad sobre el triunfo de la opción En Contra de aprobar la nueva propuesta constitucional que llegó a ser definida como el producto de una “cocina política” entre los sectores de izquierda y derecha.

Con gran acierto y un dejo de ironía, la BBC News Mundo tituló en su portada: Chile rechaza por segunda vez proyecto para cambiar la Constitución aprobada durante el régimen de Augusto Pinochet. Sin duda, una gran paradoja si se toma en cuenta que, hace cuatro años, marcharon por el centro de Santiago dos millones de personas para exigir su abolición y escribir una nueva Carta Magna; sin embargo, después de dos intentos, seguimos con la misma escrita, según Boris por los cuatro generales y ratificada por tercera vez consecutiva. Las otras dos oportunidades en que sometida a escrutinio soberano fue en 1980 y en 2002.

El actual proceso estuvo manchado con mentiras y falsedades por uno y otro bando, lo que produjo una gran confusión entre aquellos ciudadanos ajenos al debate político, pero que llegado el momento debían definir su preferencia. Muchos pensaban que votar En Contra, significaba hacerlo “en Contra de Boric” y se inclinaron por esta alternativa, mientras que otros pensaban que votar A Favor era, a la inversa, hacerlo a favor del presidente. Confusión pura entre los indecisos.

A manera de ilustración numérica, digamos que la diferencia de votos que hubo entre el “Apruebo” y el “Rechazo” fue de 3.023.199 votos, mientras que esta vez el En Contra se impuso con una diferencia de solo 1.423.545 votos

¿Qué se viene ahora?… se preguntaron muchos tras conocer el esperado resultado.

En primer lugar, y sin duda alguna, este triunfo de la izquierda alineado en su rechazo a la nueva propuesta constitucional significa un galón de oxígeno extra y gratis para el oficialismo que veía con preocupación una tercera posible derrota consecutiva, lo que habría aplastado definitivamente cualquier proyecto político futuro de la opción gobernante.

En segundo lugar, muchos también serán los que esta noche festejarán, tanto de izquierda como derecha, tratando de adjudicarse la victoria. Recordemos que por la opción En Contra no solo estaban los partidos de izquierda que apoyan este gobierno, sino que también muchos sectores de la ultraderecha, con figuras simbólicas a la cabeza, como Teresa Marinovic, los hermanos Kaisser y hasta el hijo mayor del general Pinochet, Augusto Jr.

Es decir, una vez más, la derecha se dividió en una instancia histórica, tal como ha venido ocurriendo en varios últimos episodios, teniendo como el más reciente ejemplo la fallida acusación constitucional contra el ex ministro de Educación Nicolás Cataldo.

Por su parte, seguramente, la izquierda no abandonará su lucha por imponer una nueva Constitución, como ya lo habían anticipado varios líderes de este sector, independientemente de cuál fuera el resultado de esta jornada. También es probable que exista una “tregua” durante los dos años que restan al gobierno de Boric, para darle un alivio a su convulsionado gobierno, y retomar la iniciativa a partir de cuando asuma el próximo gobierno que, muchos dicen, será uno de derecha nuevamente.

Mientras tanto, a la espera de que llegue una nueva opción constitucional, los bajos quórums que reglan las votaciones en el Congreso y la Cámara Baja aprovecharán de modificar lo que más puedan los restos de la actual feble Constitución.

No obstante, la consecuencia más delicada, según los analistas políticos y económicos, será que la incertidumbre que se apoderará del país en materia constitucional y orgánica, hará que muchas empresas decidan emigrar a otros horizontes en donde abrir o continuar sus empresas. Es decir, tendremos un periodo de mucha incertidumbre y cero inversión. Es lo que se vaticina a priori.

En resumen, la izquierda y el gobierno celebrarán porque continúan abiertas las puertas para seguir perseverando en la búsqueda de una Constitución ideológica como la que pretenden, mientras que la derecha no sabe para dónde va y asoman los personalismos…

Así las cosas, el panorama no parece favorecer las proyecciones de crecimiento social, humano y económico del país, a la luz de experiencias de otras naciones que en periodos de incertidumbre han terminado por quebrar sus economías. ¿Será Chile la excepción?… Difícil, pero ojalá lo sea.

Para redondear el tema, digamos que hasta el cierre de nuestra edición, los resultados de las urnas a nivel país son los siguientes:

A Favor: 5.469.085 – 44.24%

En Contra: 6.893.193- 55.76%

 

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