Hasta el momento se han registrado más de cien movimientos en masa en la Región del Biobío. Equipo del MOP y de la Universidad Andrés Bello se encuentran monitoreando la situación como parte de un proyecto conjunto. Estudios estiman que 9% de la población del Gran Concepción, unas 97 mil personas, estaría expuesta a eventuales derrumbes.
Más de un centenar de deslizamientos de lodo y flujos de barro, incluso avalanchas se han registrado en las últimas horas producto de las intensas lluvias registradas en la Región, especialmente en Curanilahue y Arauco, y en la provincia de Concepción, en la Ruta de la Madera, en el camino a Santa Juana, también en Penco, Chiguayante y Talcahuano, entre otras zonas. La situación ha sido seguida de cerca por personal del Ministerio de Obras Públicas, y un grupo de geólogos que la Universidad Andrés Bello que desde inicios de este año están monitoreando el riesgo de deslizamientos de laderas en el Biobío, como parte de un estudio orientado a apoyar en la recopilación de información técnica del Plan Regulador Metropolitano
Hasta el momento, explica el geólogo Cristián Vera, académico UNAB, los movimientos registrados han sido flujos de barro, en suelos de tipo maicillo, compuestos principalmente por arena y arcilla, “se han visto exacerbados por la hidratación del material, que adquiere características más fluidas que sólidas. Estos deslizamientos son altamente peligrosos debido a su alta velocidad y su composición de agua, barro, cantos y troncos”, advierte.
Además de los flujos de barro, se han reportado avalanchas de rocas y barro en la Ruta de la Madera entre los kilómetros 2,2 hasta el 95. “Estos movimientos gravitacionales han sido desencadenados por las lluvias intensas. Los problemas derivados de estas precipitaciones no solo afectan el presente, sino que también se prevén para las próximas semanas, cuando la estructura del suelo, inicialmente saturada de agua, se vea alterada al secarse y ser reemplazada por aire, lo que podría causar derrumbes y deslizamientos adicionales”.
Uno de los casos más preocupantes se encuentra en una de las carreteras de Curanilahue, donde un movimiento en masa con características de socavón ha tenido un impacto significativo, afectando la conectividad en la zona.
La compleja situación que enfrenta la Región del Biobío, anticipa el profesional, requerirá de monitoreo constante y medidas preventivas para evitar futuros desastres, debido a la duración del actual fenómeno meteorológico y el anuncio de un nuevo frente para la próxima semana.
Estudio en marcha
El estudio que llevan a cabo ambas entidades abarca 12 comunas del Gran Concepción Metropolitano que albergan a aproximadamente 1 millón 80 mil personas. En esta línea, comenta el geólogo, se llevarán a cabo una serie de actividades entre las que destacan la realización de cartografía detallada (utilizando ArcGIS Pro) de estos riesgos mediante evaluación multicriterio, determinando la susceptibilidad, exposición y riesgo asociados.
Se trata de identificar el comportamiento del suelo y la roca en áreas de mayor riesgo mediante ensayos geotécnicos como granulometría, límites de Atterberg, clasificación y resistencia a la compresión simple en roca, de modo de comprender y abordar riesgos de movimientos de ladera, analizando diversos aspectos y generando así una cartografía de riesgos que integra zonas propensas a movimientos de ladera y áreas pobladas expuestas.
A partir de esta información la propuesta es desarrollar una aplicación Web para dotar de información a los sistemas de emergencia para la toma de decisiones.