Ulises Carabantes Ahumada
Ex Secretario Regional Ministerial de Minería y
Energía Región de Atacama
Secretario Ejecutivo para el Corredor Bioceánico
Paso de San Francisco y Paso Pircas Negras

El desarrollo del Corredor Bioceánico que una a nuestra Región de Atacama con la República Argentina y a través de ésta con el resto del Mercosur, es, sin ninguna duda un proyecto de carácter estratégico para la nuestra región, es decir, un proyecto que beneficiará a la región en el largo plazo. Ante esta realidad, es necesario que se generen los compromisos para dar un impulso prioritario y sustantivo a la habilitación de los Pasos Fronterizos San Francisco y Pircas Negras. Parte del futuro de Atacama se asocia a esta conectividad internacional con la República Argentina.

No obstante lo anterior, es decir, el compromiso y asignación de recursos que debe efectuarse en Atacama para fortalecer la operatividad de los pasos fronterizos, es de total necesidad que al otro lado de la cordillera exista el mismo compromiso y además, claridad en cuanto a qué actividad de la economía es la palanca fundamental para activar de una vez por todas los pasos fronterizos. No hay otra actividad que justifique más que la minería para desarrollar las inversiones necesarias en la línea ya planteada. La Provincia de Catamarca dio el vamos hace ya más de dos décadas, para dejar en una excelente calidad vial el Paso de San Francisco por el lado argentino, casi a ciegas, pero con una apuesta lógica, los países se hacen grandes en función de la conectividad que estos tienen. Bueno, la conectividad, como uno de las componentes del desarrollo.

Obviamente hay más variables que condicionan esto. Como respuesta, Atacama ha avanzado muy lento en la habilitación de San Francisco, pero se ha avanzado y por estos días se está trabajando para lograr la normalización de atención a usuarios que en el pasado tuvo este paso fronterizo. La minería en Catamarca, en particular la minería del litio, irá fortaleciendo el uso del Paso de San Francisco en lo que se refiere a demanda de uso.

En cuanto a la también vecina Provincia de La Rioja, si en ella no hay un convencimiento del rol fundamental que juega la minería en la activación de Paso de Pircas Negras, ésta vía trasandina permanecerá dormida, clausurada como hasta la fecha. Un importante proyecto minero, José María, ubicado en el límite entre las provincias de San Juan y La Rioja no tuvo las mejores condiciones en esta última para el diseño de parte de su proceso de producción, lo que terminó también por ahuyentar el diseño logístico del proyecto que debió ir por La Rioja. Dada la poca o nula apertura que La Rioja tiene por la actividad minera, el Proyecto José María de Lundin definió su logística vía camión para transportar sus concentrados hasta Albardón en el centro de la Provincia de San Juan y desde este punto, transporte en tren hasta el puerto de Rosario, en la Provincia de Santa Fe, sobre el río Paraná. Es decir, sin apertura hacia la minería, todas las exportaciones que van desde el noroeste argentino a la cuenca del Océano Pacífico continuarán saliendo por el Océano Atlántico. Para dar un giro a lo que siempre se ha hecho en esta materia, es necesario eliminar las barreras que existen y que bajan el atractivo o la confianza para las inversiones mineras en La Rioja. La minería involucra inversiones con recuperación de capital en el largo plazo y por lo tanto se deben establecer certezas de largo plazo en los escenarios que condicionan dichas inversiones.

La Rioja hermanada con Atacama y que desde hace más de treinta años busca con ésta la integración a través del ATACALAR, debe mirar como un espejo a su “región chilena hermana” replicando lo que ha sido históricamente y hasta el presente la Región de Atacama en materia minera. De otra manera, ¿cómo se puede pretender integración?.