El informe elaborado por el Observatorio Climático USS proyecta el fenómeno de La Niña ya instalado para el mes de octubre, pero con efectos más leves de lo esperado. Esto provocaría escasas precipitaciones.
Pese a la disminución de un 18% en la capacidad nacional de los embalses respecto al mes pasado, la abundante nieve en cordillera y las temperaturas cercanas a niveles normales, prevén un llenado estable durante los meses de primavera y verano.
Santiago, septiembre de 2024. Un fin de año con precipitaciones bajo lo normal por el fenómeno de La Niña que ya estaría instalándose de forma definitiva, es parte de lo que muestra el último Informe Hidroclimático elaborado por el Observatorio Climático de la Facultad de Ciencias de la Naturaleza de la Universidad San Sebastián (USS).
Según las proyecciones, el fenómeno de La Niña tiene una alta probabilidad de establecerse entre septiembre y octubre de este año, persistiendo su presencia hasta el verano del hemisferio sur 2024-2025. Si bien se espera que sea un evento de baja intensidad, este “provocará temperaturas oceánicas más frías en el Pacífico ecuatorial central y oriental, lo que alterará los patrones climáticos globales, afectando las precipitaciones y las temperaturas”, asegura el informe.
“Se esperan muy pocas lluvias para lo que queda del año en la zona centro y centro-sur de nuestro país, en rangos bastante por debajo de lo normal”, dice Paula Santibáñez, jefa del Observatorio Climático USS. “Se proyectan también temperaturas más extremas, con mínimas en promedio más bajas y ondas de calor con alta radiación y episodios intensos de altas temperaturas”. Por esto último, la también académica de Ingeniería en Recursos Naturales y Sostenibilidad anticipa un verano con elevado riesgo de incendios forestales.
Situación climática actual
Según el informe, “las precipitaciones han estado en niveles por sobre lo normal en la zona central y centro-sur del país, debido principalmente a los frentes que llegaron de manera regular hasta el mes de julio”. Así, destaca el superávit de precipitaciones respecto a un año normal en La Serena (14%), Valparaíso (26%), Tobalaba (60%), y Pudahuel (66%). En contraste, se ve el déficit en Arica (78%), Iquique (100%) y Calama (49%).
Paula Santibáñez, directora del Observatorio Climático, asegura que durante lo que queda de septiembre “se esperan montos de agua caída por debajo de lo normal desde Coquimbo a Los Lagos, debido a que el anticiclón cerrará el paso de los sistemas frontales hacia la zona centro-sur de Chile. En contraste, los modelos indican que se registrarían lluvias cercanas a lo normal en los extremos del país”.
Fenómeno de abundante nieve en cordillera
Debido a las abundantes lluvias durante el invierno, el informe de la USS destaca la gran presencia de nieve a lo largo de la cordillera: al 31 de agosto, se registraba una superficie de 26.000 km2 de cobertura entre las regiones de Coquimbo y Biobío, comparados con los 11.000 km2 observados a la misma fecha del año pasado. Sumado a ello, la altura de la nieve es el doble a lo registrado hace un año, y superior en varias zonas a los valores normales.
La abundante presencia de nieve “es una muy buena noticia”, asegura Santibáñez, ya que “junto al buen estado de los embalses desde la región de Valparaíso al sur, sugiere que la temporada de riego será positiva a pesar de la escasez de precipitaciones previstas para la primavera. Además, los pronósticos de temperatura cercanos a los valores normales sugieren un deshielo más gradual, lo que permitirá caudales más estables durante el verano, beneficiando la gestión hídrica”.
Nivel de embalses
Respecto al nivel de los 25 embalses monitoreados por la Dirección General de Aguas, en términos generales, estos acumulan 5.919 hm3 de agua, correspondiente a un 18% menos que a igual fecha de 2023 y a un 46% de su capacidad total.
El Centro del Agua USS, que elaboró este apartado del Informe Hidroclimático, destaca los casos de los embalses Cogotí y Culimo (en la región de Coquimbo) y Peñuelas (en Valparaíso), que aumentaron sus volúmenes en un 205%, 513% y 663%, respectivamente, en comparación a los registros de hace un año. Destaca, además, el caso de los embalses de la zona central: Los Aromos (Valparaíso), El Yeso (Metropolitana) y Convento Viejo (O’Higgins), todos con niveles por sobre el 80% de su capacidad.
Comparados con los niveles de hace un mes, destaca también positivamente la región de Coquimbo, ya que todos sus embalses aumentaron sus volúmenes, destacando nuevamente el caso de Culimo, que aumentó en un 880%. Sin embargo, y pese a estos incrementos, siguen preocupando los niveles de los embalses Puclaro y La Paloma, que alcanzan un 15% y un 8% de su capacidad total.
Finalmente, cabe destacar que, de los 12 embalses ubicados de la región Metropolitana al sur, 10 se encuentran con niveles de llenado superiores al 50%, entre ellos Bullileo (99%) y Digua (94%) en el Maule; Coihueco (97%) en Ñuble; y Pangue (94%) en el Biobío.