Lo que pudo ser un fin de fiesta feliz, el final del partido entre Deportes Copiapó y Colo Colo se convirtió en un bochornoso espectáculo, con los barristas visitantes invadiendo el campo de juego del estadio “Luis Valenzuela Hermosilla”, “saqueando” a los jugadores albos en el afán de conseguir una prenda de recuerdo e, incluso, golpeando con pies y puños a un integrante del equipo técnico albo con el solo afán de apoderarse de su tenida de trabajo.
Al mismo tiempo quemaron las redes de los arcos, arrancaron de cuajo varias sillas que después lanzaron al campo de juego y, como si fuera poco, se enfrentaron con las fuerzas policiales y guardias que intentaban poner orden en la acalorada pista copiapina.
Al decir de los hinchas locales, una vez más falló la organización y las medidas de seguridad que debieron implementar la directiva del club en conjunto con la Delegación Presidencial Regional en materia de seguridad, lo que pone en jaque el futuro del estadio para los encuentros que deberá sostener Deportes Copiapó el próximo año, ya que podría recibir alguna sanción por no haber adoptado las medidas preventivas de rigor para evitar el escándalo y la vergüenza que se vivió este domingo en nuestro principal campo deportivo de Atacama.