Alineación con los objetivos de largo plazo, eficiencia en el uso de recursos, adopción tecnológica y gestión del cambio son los pilares de esta transformación organizacional.
En un escenario empresarial marcado por la necesidad de adaptabilidad y eficiencia, la gestión estratégica de instalaciones —conocida como Facility Management— comienza a consolidarse como una herramienta fundamental en el diseño y ejecución de los planes de largo plazo de las organizaciones. Atrás quedó la visión que reducía esta disciplina al mantenimiento de edificios. Hoy, grandes firmas como JLL lideran un cambio de paradigma donde los espacios son vistos como activos estratégicos capaces de potenciar el negocio.
“La gestión de instalaciones bien pensada puede generar un impacto directo en la productividad, en la experiencia de los colaboradores y en la proyección de la marca”, afirma el vocero de JLL para Chile Cristián Lorca, Facility Management. Según explican desde la compañía, la planificación estratégica en Facility Management permite alinear el diseño, operación y evolución de los espacios con la visión corporativa de la empresa.
Este enfoque contempla desde el análisis profundo de necesidades actuales y futuras, hasta la incorporación de tecnologías como IoT, sensores inteligentes y analítica avanzada para la toma de decisiones en tiempo real.
“No se trata solo de optimizar el presente, sino de anticiparse al futuro”, destacan desde JLL.
De la eficiencia operativa a la ventaja competitiva
La planificación estratégica aplicada a la gestión de instalaciones entrega beneficios que van más allá de la eficiencia energética o la reducción de costos. Los expertos destacan que una implementación bien ejecutada permite mejorar la satisfacción laboral, aumentar la retención de talento y avanzar hacia modelos de sostenibilidad que responden a las crecientes exigencias de los grupos de interés.
“Muchas veces, lo que entendemos como clima organizacional está directamente influenciado por cómo está pensado el entorno físico de trabajo”, agrega Cristián Lorca, Facility management JLL Chile
Tecnología y flexibilidad: elementos clave
La integración de soluciones tecnológicas —como sistemas de gestión de edificios inteligentes— permite automatizar procesos, reducir consumos y detectar fallos antes de que afecten la operación. Sin embargo, desde JLL advierten que la tecnología, por sí sola, no es suficiente.
“La flexibilidad es igual de importante. En entornos volátiles, el poder adaptar rápidamente los espacios es una ventaja estratégica. Desde estaciones de trabajo móviles hasta sistemas modulares, la infraestructura debe acompañar los cambios en el negocio”, sostienen.
¿Está su empresa preparada para esta evolución?
Aunque muchas compañías aún abordan el Facility Management desde una lógica reactiva, el llamado desde JLL es claro: anticiparse es clave. “Planificar estratégicamente la gestión de las instalaciones no es un lujo, es una necesidad para liderar en un entorno competitivo”, concluyen.
Las organizaciones que incorporen esta mirada podrán no solo optimizar sus operaciones, sino también transformar sus espacios en plataformas de crecimiento, innovación y resiliencia empresarial.