Probidad y Contraloría

Pablo Cabezas
Economista y académico U. Central

Cuando un líder toma conocimiento de la posible existencia de un delito, su reacción debe ser inmediata y sin ambigüedades. La prontitud evita especulaciones y demuestra compromiso con estándares éticos. Cualquier demora o gesto equívoco debilita la confianza y con ello la posibilidad de materializar los cambios que la ciudadanía reclama. Una respuesta clara y rápida es señal de un tipo de liderazgo donde la formalidad y el respeto a las normas aparecen como intransables.

En este contexto, un acuerdo presupuestario alcanzado evidencia un gesto significativo: tanto el Gobierno como el Congreso acordaron aumentar los recursos destinados a la Contraloría en un monto superior al que el propio organismo había solicitado, superando los $1.500 millones de pesos.

Hoy, cuando el tema probidad es central, este acuerdo fortalece la capacidad fiscalizadora del país y permite que nos dotemos cada vez más de las herramientas necesarias para tutelar eficazmente a nuestros líderes.

Síguenos en facebook

Comparte

Facebook
Twitter
WhatsApp