- Pudahuel y Rancagua concentran la mayor cantidad de incautaciones; durante casi cuatro semanas se fiscalizaron locales establecidos, comercio ambulante y vehículos utilizados para la venta ilegal.
El comercio ilícito de cigarrillos persiste y las autoridades han intensificado su respuesta. Durante casi un mes, Carabineros de Chile, luego de que ALTO Chile ejecutará un plan de denuncias activas, desarrolló una serie de operativos que permitieron incautar 12.185 cajetillas de cigarrillos de contrabando en las regiones Metropolitana, de Valparaíso y de O’Higgins.

Las fiscalizaciones se concentraron en comunas como Pudahuel, Maipú, La Florida, Renca y San Bernardo, en la Región Metropolitana; Rancagua, en la Región de O’Higgins; y La Calera, La Cruz, Nogales y San Antonio, en la Región de Valparaíso. En ese recorrido territorial, se registraron incautaciones de alto impacto, como 3.000 cajetillas decomisadas desde un vehículo en Pudahuel, 2.000 cajetillas en un punto de venta y distribución en Rancagua, y 1.930 cajetillas encontradas en un local establecido en San Bernardo.
Este despliegue prolongado confirma que el comercio ilícito de cigarrillos no se manifiesta en hechos aislados, sino que opera en distintas zonas del país y empleando distintos canales de venta. Estudios recientes sobre consumo y comercio ilícito muestran que una parte importante de estas ventas continúa realizándose en establecimientos formales, lo que representa una competencia desleal para el comercio legal y un riesgo para la seguridad de los barrios.
Para Eduardo Hernández, Gerente Legal & Compliance de ALTO Chile, la clave está en la constancia:
“El balance de casi un mes de fiscalizaciones habla por sí mismo: el despliegue policial en terreno logra resultados concretos, y la fiscalización permanente acompañada por un plan de denuncia activa golpea directamente a los mercados ilícitos, reduciendo su visibilidad, su alcance y su capacidad de seguir operando”.
Hernández añadió que las personas que participan en la venta de cigarrillos de contrabando se exponen a diversas sanciones penales, tales como multas que, por aplicación de infracciones marcarias, pueden superar los 70 millones de pesos, así como penas privativas de libertad de hasta tres años de presidio por delitos aduaneros. En casos de reincidencia, la normativa vigente permite, además, la clausura del establecimiento vinculado a la venta de cigarrillos de contrabando, reforzando el carácter disuasivo de estos operativos.
Un despliegue que busca recuperar los barrios
Más allá de las cifras, estos procedimientos buscan recuperar espacios para el comercio formal y reforzar la sensación de control en sectores donde la venta ilegal se ha normalizado. La combinación de presencia policial, análisis territorial y coordinación público-privada permite intervenir al contrabando allí donde se instala: en la esquina, el barrio y la calle.
“Vamos a seguir colaborando de forma activa con Carabineros, reforzando nuestro rol como denunciante activo que permita el despliegue de fiscalizaciones y operativos permanentes en diversas zonas del país. Este es el camino para generar un impacto concreto, proteger al comercio formal y devolver seguridad a los barrios”, concluyó Hernández.









