Como se puede ver sobre estas líneas, la fotografía fue tomada por el reportero gráfico Ed Ram. Distribuida por la agencia Getty Images, en el texto que acompaña al reportaje de imágenes se explica que se trata de un grupo de seis jirafas que murieron en su periplo por encontrar agua en un embalse cercano al que no consiguieron llegar.
Demacradas y colocadas casi en círculo sobre la tierra seca, desde The Guardian informan que los lugareños trasladaron los cadáveres de estos seis animales a las afueras de la aldea de Eyrib, en el condado de Wajir, para evitar que en su descomposición acabasen por contaminar el embalse causando un mal aún mayor a una población asolada por la sequía.
Según la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna roja (IFRC), “se estima que 2,1 millones de personas en las tierras áridas y semiáridas de Kenia padecen una grave inseguridad alimentaria tras dos malas temporadas de lluvias consecutivas que han obstaculizado la producción de cultivos”. Esta misma semana, desde la ONU, han alertado que 2,9 millones de personas necesitan con urgencia asistencia humanitaria en unas regiones del país que están viviendo su peor época de precipitaciones en décadas.
“Las fuentes de agua tanto para las personas como para el ganado se han secado, lo que ha obligado a las familias a caminar distancias más largas y desencadenando tensiones entre las comunidades, lo que ha provocado un aumento del conflicto entre comunidades”.
El caso de las jirafas de la imagen no es único. Se calcula que al menos 4.000 jirafas están en riesgo por la sequía y hace menos de un mes las autoridades del país hablaban de miles de cabezas de ganado y animales afectados. Los condados donde la situación es más complicada son los de Turkana, Marsabit, Mandera y Wajir, en el norte; Samburu e Isiolo (centro-norte), Garissa (este); y los costeros Tana River, Kilifi y Lamu.
El presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, declaró en el mes de septiembre la sequía como “desastre nacional” y ordenó liberar unos 15,6 millones de euros para comprar comida a los damnificados. La situación en la que se encuentra Kenia es el resultado de un prolongado periodo de escasez de lluvias que comenzó en octubre de 2020, cuando empezaron a no cumplirse los pronósticos ni a llegar a los promedios habituales.
Según declaro a Efe Hassan Musa, director de la Cruz Roja en la zona costera, esta es la región más afectada. Cientos de miles de personas están padeciendo la escasez de agua, al igual que los animales. “Hemos perdido, hasta ahora, más de 6.500 cabezas de ganado en el condado de Kilifi, y también perdimos más de 4.000 en Tana River”, apuntaba el responsable de la Cruz Roja hace un mes. La situación ha ido a peor.
Por M.j. Arias