Joaquín Morales Solá, analista argentino: “No veo muchas similitudes entre Boric y el kirchnerismo”

Joaquín Morales Solá , columnista de La Nación de Buenos Aires, es unos de los analistas políticos más importantes de Argentina. Ha seguido la elección presidencial en Chile y dice que en su país ha sorprendido la civilidad y el respeto a las instituciones. “Habrá que verlo andar no solo de aquí a marzo, sino también en la gestión de gobierno. La historia de Chile, el respeto a la institucionalidad y el respeto entre las personas, lo alejan a Boric de cualquier posibilidad del populismo a la argentina”.

-El presidente Fernández de Argentino felicitó a Boric efusivamente y dijo que era “su amigo”. ¿Hay lazos entre el kirchnerismo y el presidente electo chileno?

– Yo creo que la alegría del kirchnerismo porque ganó Boric en Chile, es una alegría prematura. Hay diferencias  en el discurso de Boric respecto del kirchnerismo. Boric dijo dos cosas que son muy distintas al kirchnerismo. Primero, va a respetar la independencia del Banco Central. Y segundo, que no va a despilfarrar dinero público. Es exactamente lo contrario a lo que hace el kirchnerismo en Argentina. Así que no veo muchas similitudes entre Boric y el kirchnerismo.

-¿Pero en el plano de las relaciones exteriores Boric puede acercarse al polo de izquierda del continente?

-Por supuesto, en las relaciones exteriores es probable que no tenga  la misma posición que Piñera o la misma Bachelet, como alta comisionada de los DDHH, sobre Venezuela, Nicaragua, Cuba. Ahí pueden converger más. Con el triunfo de Boric, pueden estar más contentos los Maduro de este mundo, los Ortega, el castrismo, porque ahí posiblemente sí tenga posiciones más coincidentes con el kirchnerismo que las que tuvo Piñera e inclusive la Concertación.

-¿Ha llamado la atención en Argentina el triunfo de Boric?

-Mucho. Se ha visto como algo diferente, se difundieron mucho en la TV y en los diarios los encuentros  inmediatamente posteriores a la elección, del Presidente Piñera y el presidente electo Boric. Y la institucionalidad y el respeto al presidente en funciones y al presidente electo, son cosas que acá no suceden. No nos olvidemos que cuando ganó Macri, Cristina no quiso entregarle los atributos del mando. Es muy distinto.

Acá la situación es mucho más tosca, más áspera cuando hay una transición a un gobierno de signo político distinto. De hecho, han pasado dos años del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner y todavía ni siquiera ha habido un diálogo en serio entre el gobierno y la oposición.

-Fernández le dijo a Boric: “La región necesita que nos ocupemos y trabajemos juntos”.

-El kirchnerismo siempre hace del triunfo ajeno un triunfo propio y lo vendió como un triunfo propio. A la coalición opositora no le cae bien que gane alguien que podía darle un triunfo retórico al kirchnerismo.

-Ascanio Cavallo decía que en el populismo siempre hay una deriva autoritaria. ¿Se ha visto ese rasgo en Argentina?

-No puedo decir que Fernández sea autoritario. Mucho más autoritaria fue Cristina Kirchner. Una diferencia grande de Chile con Argentina es que no ha tenido populismos, ni nada parecido al peronismo. El populismo en última instancia enfrenta a la sociedad con las instituciones. Y eso en la Argentina manchó a toda la dirigencia política. El gobierno de Alberto Fernández posee rasgos muy populistas y con una aversión casi genética al diálogo con sus opositores, que hoy controlan gran parte del Congreso. Y que terminó la semana pasada con el rechazo al presupuesto de 2022.

-¿Viste rasgos populistas en el discurso de Boric?

-Hay cosas que se diferencian del discurso de la Concertación y para qué decir Piñera. Tiene un lenguaje de izquierda, claro, porque viene de ahí. Pero  cuando él habla de economía, que es lo más importante, y dice que no va a despilfarrar los recursos del estado y que va a respetar la independencia del Banco Central, se aleja mucho de cualquier discurso populista. Porque acá el populismo económico significa que el gobierno emite dinero sin respaldo serio y por lo tanto dinero espurio. Y la independencia del Banco Central no existe. El gobierno le da la orden de cuánto tiene que estar la tasa de interés, cuánto dinero tiene que emitir.

No veo  a Boric cerca del populismo. Estamos hablando de un presidente electo hace cuatro días.  Habrá que verlo andar no solo de aquí a marzo, sino también en la gestión de gobierno. La historia de Chile, el respeto a la institucionalidad y el respeto entre las personas, lo alejan a Boric de cualquier posibilidad del populismo a la argentina.

-¿Cómo cambia el panorama de la izquierda continental el triunfo de Boric?

-Es un aliciente para la izquierda. La elección de Castillo en Perú, de Boric en Chile, la probable elección de Lula en Brasil el año que viene. Cambia mucho el panorama. Hubo un momento que estaba Macri en Argentina, Piñera en Chile. Bolsonaro en Brasil. Iván Duque en Colombia. Ahora desde México hasta acá hay un discurso distinto. Pero Lula no es lo mismo que los Kirchner. Lula tiene un discurso hacia afuera de Brasil de comprensión inexplicable a los procesos de Venezuela, Cuba, Nicaragua. Pero de las fronteras hacia adentro gobierna con las formas más ortodoxas y consensuales posibles. De hecho, está anunciando  que el candidato  a vicepresidente de él, va a ser del partido de Fernando Henrique Cardoso, que ha sido su eterno rival.

-¿Cómo se observa la crisis social de Chile al otro lado de la cordillera?

-Lo de Chile es una crisis de crecimiento. Chile ha crecido mucho y como toda sociedad que crece llega un momento en que quiere más. En cambio Argentina lleva diez años sin crecer, con la economía estancada, con la mitad de la población en la pobreza, cosa que nunca se ha vivido en el país. A dos meses de un posible default con el Fondo Monetario y con el club de Paris.

-¿Qué se espera de Boric respecto a Maduro?

-Ahí sí va a haber un cambio en la política exterior de Chile. Creo que Boric va a estar más cerca de una comprensión al estilo del kirchnerismo argentino, al estilo de Lula en Brasil.

-Aunque en el pasado lo defendió, en el último tiempo Boric ha tomado distancia del régimen venezolano.

-Una cosa es que lo critique y otra cómo va a actuar siendo presidente.  Nadie puede decir que Maduro es un presidente demócrata ni que respete los derechos humanos. Hay que ver cuál es la posición que toma en los organismos internacionales. Ahí va a estar más cerca de la posición que toman los Kirchner, Lula, o el FA uruguayo que también tuvo una actitud de comprensión.

-En términos prácticos, ¿qué significa esa comprensión?

-Lo que ellos llaman respeto al principio de no injerencia de los asuntos internos de otros países. Lo cual es una mentira porque ese principio no rige para los derechos humanos desde hace mucho tiempo. La Argentina le debe al presidente Carter de EEUU que ese principio no haya regido, porque si hubiera regido Carter no se podría haber metido con el gobierno militar y frenar la matanza de argentinos. Sin embargo, se metió y la frenó.

-¿El triunfo de Boric augura una mejor relación con Argentina?

-Sí. El kirchnerismo se va a sentir mucho más cómodo hablando con Boric que con Piñera. Acá tuvo mucha difusión un tuit de Boric diciendo al embajador británico en Santiago que Las Malvinas son argentinas. El gobierno lo difundió mucho. Esas cosas aceitan el camino para una mejor relación. Y creo que va a haber una mejor relación sin duda entre Argentina y Chile.

-En Chile sorprendieron mucho las declaraciones del embajador Bielsa contra Piñera.

-A Bielsa lo respeto, es un hombre intelectualmente formado, que tiene experiencia en relaciones internacionales. Por eso me impactan sus declaraciones, que sí son injerencia en los asuntos internos de otros países. Él no puede hablar del presidente de Chile, le guste o no. Si hubiera ganado Kast los días de Bielsa estaban contados. Pero como ganó Boric lo van a preservar en el cargo.

Por Marcelo Soto

Ex Ante

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