Desde muy pequeña, Shauna se enfrentó a problemas de salud. Con tan solo seis meses, la diagnosticaron con un tumor cerebral por el que fue operada de urgencia y paso sus primeros tres años de vida con sesiones de quimioterapia, que tuvieron el resultado esperado.
La niña superó la enfermedad, pero cuando cumplió los 5 años, los médicos detectaron un inusual problema en su organismo como consecuencia del tratamiento recibido para eliminar el tumor.
Los profesionales confirmaron que su glándula pituitaria, la encargada de controlar las hormonas de crecimiento, había dejado de funcionar. Esto significaba que su desarrollo no era acorde a su edad. De inmediato, fue sometida a un tratamiento en el que de manera artificial su cuerpo recibía lo necesario para crecer. En principio surtió efecto pero, a los 16 años recibió otra dura noticia: sus huesos se fusionaron, lo que significaba que su altura no iba a aumentar. Desde entonces, su diagnóstico es de enanismo pituitario.
La esperanza de tener una altura acorde a su edad quedó trunca, y con ella la posibilidad de tener la vida “normal” de una adolescente. Actualmente, con 22 años, mide 95 centímetros y esto hace que todo el tiempo la confundan con una menor. Por este motivo, protagonizó incómodas situaciones por comportamientos que la gente cree que son “indebidos” para la edad que aparenta.
“Mi mamá tiene que explicar que tengo edad para tomar mis propias decisiones y no le creen. La llaman mentirosa. Así que eso no es divertido. Me siento horrible por mi madre porque no tengo que lidiar con la reacción violenta porque no creen que sea apropiado acercarse al niño para decirle estas cosas”, contó la joven en su reality Yo soy Shauna Rae (TLC).
Todos los aspectos de su vida están atravesados por el qué dirán. Tal es así que dejó de realizar actividades que las chicas de su edad hacen como, por ejemplo, maquillarse para salir a la calle, o elegir cierto tipo de vestimenta.
Conforme al paso del tiempo, Shauna decidió que a pesar de lo que piensen los demás, vivirá su vida como ella quiere. Por eso, se realizó los tatuajes que tanto anhelaba y ya no le da pudor fumar en público. «Hacer algo al estilo de un adulto no fue para mostrarle a nadie que soy un adulto, es para demostrarme a mí misma que lo soy», reflexionó.