Ambos entraron en la historia del cine con el musical de culto que sigue siendo ‘Grease’ (1978) y ahora que se cumplen 50 años de su estreno en Broadway, John Travolta y Olivia Newton-John pueden mirar atrás y repasar una carrera llena de éxitos, pero también una vida llena de tragedias personal.
Olivia Newton-John está actualmente casada con el millonario John Easterling con el que se casó en el año 2008. La actriz australiana lleva muchos años alejada del cine y de la televisión haciendo apariciones esporádicas en ambas.
Hoy en día, Olivia se dedica a dar conferencias sobre el cáncer y es que la sombra de esta enfermedad ha sido la constante batalla de su vida. La artista vuelve a estar enferma de cáncer de mama y tiene metástasis en la espina dorsal. La enfermedad está en fase 4.
Newton-John asegura que no le gusta ver su batalla contra la enfermedad como tal dado que es pacifista “no me gusta la guerra, ni pelear. Sea dentro o fuera de mi cuerpo”. Esta es la tercera vez que tiene cáncer de mama pero, lejos de rendirse, asegura que para ella el cáncer ha sido un regalo. El primer diagnóstico llegó en 1992 y así ha seguido superando y recayendo en la patología hasta día de hoy.
En asuntos del corazón, aunque hoy en día tiene una relación estable, pasó por el divorcio junto al actor Matt Latanzi, padre de su hija Chloe y vivió una historia surrealista junto al fotógrafo Patrick McDermott.
Resulta que un buen día Patrick desapareció en extrañas circunstancias durante un viaje en su barco en 2005, tras no tener pista de él, se le declaró muerto en 2009. Cual fue la sorpresa cuando en el año 2016 una revista de la prensa amarilla le sacó en portada vivito y coleando en una playa de México.
Por lo visto el señor coreano había fingido su propia muerta porque debía 30.000 dólares y, de ese modo tal y como recoge ‘LOC’, su hijo cobró el seguro de vida de 100.000 dólares; sin embargo, ¿quién le paga el dolor de todos esos años a Olivia? Es algo que jamás recuperará, la falsa tragedia que vivió, no tiene perdón posible.
John Travolta también sabe lo que es perder a quién más quieres en este mundo. La primera gran tragedia de su vida llegó en 1977 con la muerte de su novia también por cáncer mamario. El actor cayó en una profunda depresión dado que su amor estaba en el punto más álgido tras un intenso rodaje junto a ella el año anterior en la película “The boy in the plastic bubble”.
Cuando Diana Hyland perdió la vida, John perdió las ganas de vivir. El artista tardó más de una década en volverse a enamorar y no fue hasta 1989, rodando ‘Los expertos’ cuando conoció a Kelly Preston con la cual contrajo matrimonio en 1991.
Junto a ella formaría una hermosa familia con tres hijos y vivían a lo grande en Florida hasta que llegó la peor noticia que un padre puede recibir, la muerte de un hijo. Jett nació en 1992 y murió en 2009 debido a la enfermedad de Kawasaki.
Un nuevo varapalo llegó hace tan solo dos años, en 2020, cuando la propia Kelly falleció también de cáncer de mama a los 59 años. La enfermedad, la pérdida y los fallecimientos de seres queridos han marcado la vida de estas dos grandes estrellas que, a pesar de todo, siguen brillando en la memoria colectiva como los eternos Sandy y Danny Zuko.
Por Anna Sanchez