Inició en Houston, Texas, el juicio de Andre Jackson, un exinfante de la marina estadounidense acusado de matar a Josué Flores, un niño de 11 años. Según el médico forense, Josué recibió 22 heridas en su cuerpo. El niño fue apuñalado tras salir de su escuela, iba camino a casa. Según el médico forense las heridas más profundas provocaron daños en la arteria aorta, y el colapso de sus pulmones y el hígado. El menor sufrió una muerte lenta, reporta Univision.
El padre de Josué estuvo en la corte al iniciar el juicio de Jackson. Seis años después de la tragedia, la familia espera que se haga justicia. El violento incidente ocurrió el 17 de mayo del 2016. Esa mañana, Josué le tiró un beso a su mamá al salir camino al colegio. Ese día llegaría un poco tarde a su casa, como a las 4:30pm, para asistir a su club de ciencias después de clases.
Cuando iba caminando solo a su casa, testigos escucharon gritos del niño, que suplicaba que no lo mataran. Un hombre afroamericano fue visto en la misma acera. Las autoridades arrestaron inicialmente a Che Lajuan Calhoun, de 31 años, pero lo liberaron dos días después cuando el hombre pudo corroborar que estaba en otra parte de Texas cuando ocurrió la agresión.
El niño no hizo nada para provocar el ataque y no conocía a su atacante. Testigos revelaron que el menor intentó defenderse.
En aquel entonces, Andre Jackson fue arrestado como sospechoso del crimen, pero luego liberado por falta de pruebas. «A parte del video, no teníamos nada en ese tiempo antes de la confirmación del ADN. Lograron encontrar nuevas pruebas de ADN para confirmar que él era el sospechoso en el caso», aseguró el exfiscal Tom Berg. «Lo más importante del juicio serán las pruebas científicas de ADN porque eso es lo que confirma las otras pruebas de los videos de vigilancia que él fue que cometió el homicidio», añadió.
Por Lena Hansen
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