Más de un centenar de reos siguen prófugos, tras un nuevo amotinamiento en la cárcel de Santo Domingo de los Tsáchilas, en Ecuador. La cifra de reclusos muertos asciende ya a 43, según la Policía y la Fiscalía.
Los motines de prisioneros y las peleas entre bandas hostiles son frecuentes en Ecuador, donde más de 200 personas perdieron así la vida el año pasado.
En un mensaje en Twitter, la Fiscalía indicó que «hasta el momento se cuentan 43 internos fallecidos», según señaló pocos minutos después de que el ministro del Interior, Patricio Carrillo, informaba en una rueda de prensa de 41 reos fallecidos.
«La mayoría de ellos, por no decir casi el cien por ciento, a simple vista se puede observar, fueron privados de la vida con arma blanca, no con arma de fuego», dijo Carrillo en rueda de prensa.
El ministro añadió que la mayoría de cuerpos «fueron expuestos y agredidos en los pabellones y en las celdas» y precisó que se logró la recaptura de 112 personas privadas de la libertad, que se encontraban ya en el exterior de la cárcel, unos por salvar su vida y otros con intención de fugarse.
Sin embargo, unos 108 reos continúan prófugos, informó Fausto Salinas, comandante general de la Policía, en la misma conferencia de prensa. Por tanto, se ha dispuesto a la Policía Nacional y coordinado con las Fuerzas Armadas para que se custodien las carreteras que unen la cárcel con el cantón (municipio) y con el resto de la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas.
La cifra de muertos puede ascender
Carrillo anotó que los enfrentamientos en la cárcel, donde hubo 13 heridos (algunos de ellos graves), ocurrió entre una organización criminal autodenominada Los Lobos y otro grupo delictivo disidente de este, autodenominado R7. Debido a la gravedad de algunos heridos, el ministro no descartó que la cifra de fallecidos pueda ascender en la próximas horas.
Carrillo tildó de «crueldad» lo ocurrido en el centro de privación de libertad Bellavista, y apuntó que se trata del mismo grupo que recientemente provocó otro enfrentamiento en la cárcel de Turi, en la sureña ciudad andina de Cuenca, que dejó 20 presos fallecidos, y al menos otros 10 heridos.
El ministro consideró que se debe someter a los cabecillas de las bandas a regímenes disciplinarios más exigentes. Según el funcionario, tras los incidentes se realizaron requisas y encontraron «encaletadas (escondidas) armas de fuego».
400 reos muertos en dos años
En Ecuador, unos 400 reos han muerto en los últimos dos años en enfrentamientos entre organizaciones rivales vinculadas con el narcotráfico que se disputan el control interno de las cárceles y que cuenta con ramificaciones dentro y fuera de los centros penitenciarios, según las autoridades.
Recientemente, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió un informe sobre la crisis carcelaria de Ecuador en el que instaba al Gobierno a recuperar el control interno de las cárceles, dar condiciones dignas a los presos y elaborar una políticas de prevención del delito donde no prime el encarcelamiento.
Hasta finales de 2021 había más de 36.000 reclusos en 36 centros, entre prisiones y centros de rehabilitación social, cuya capacidad es de 30.000, aunque el hacinamiento llegaba al 62 % en cárceles como la de Guayaquil, la más poblada del país con 7.231 reos y escenario de los episodios más sangrientos vividos el año pasado.
Para solucionar la crisis carcelaria, el Gobierno del presidente Guillermo Lasso está en vías de contratar a 1.400 nuevos agentes penitenciarios, conceder alrededor de 5.000 indultos a presos condenados por delitos menores y desarrollar la primera política del país de derechos humanos hacia la población penitenciaria. Pero, hasta ahora, no ha podido frenar estas masacres carcelarias, de las peores de Latinoamérica.
Fuente: DW rml (efe, afp, dpa, actualizado a las 22:50 CET)