Fallece Peter Brook, el maestro del teatro que dejó un legado en Chile 

  • Peter Brook, uno de los directores teatrales más influyentes del siglo XX, falleció el sábado a la edad de 97 años, informaron este domingo personas de su entorno.
  • Su última dirección fue Tempest project, obra con elenco nacional que se estrenó en el festival Teatro a Mil 2022 y terminó su segunda temporada la misma noche del sábado en el Teatro Nacional Chileno.

Como los espíritus en La tempestad, Peter Brook se ha disuelto en el aire, en aire leve. La noche del sábado falleció el director británico adoptado por Francia, considerado el renovador de Shakespeare y uno de los más influyentes directores del siglo XX.

Su monumental versión del Mahabharata es, probablemente, su creación más emblemática. El poema épico hindú fue adaptado por Brook en 1985 y transformado en un montaje de nueve horas sobre la violencia que recorrió el mundo durante cuatro años.

Simbólicamente, su última creación fue la adaptación de la última obra de Shakespeare, La tempestad. En una aventura propia de los tiempos que corren, Peter Brook se atrevió a dirigir junto a Marie-Hélène Estienne su Tempest project, de manera remota, para un elenco chileno.

La actriz y directora chilena Amalá Saint-Pierre sirvió de enlace. La puesta en escena, protagonizada por Pablo Schwarz, Diana Sanz, Noelia Coñuenao y Álex Quevedo, se estrenó en el marco del festival Teatro a Mil 2022 y tuvo una segunda temporada este mes de junio en el Teatro Nacional Chileno. Sus indicaciones son bastante simples, pero actoralmente generan grandes cambios”, comentaba Saint-Pierre, asistente de dirección de Tempest project, en junio a La Tercera.

“Peter Brook es la historia del teatro. Destaca su infinita humanidad, comprensión, curiosidad y disponibilidad. Cuando nos pusimos a trabajar en Tempest project, él estaba muy interesado en las comunicaciones por Zoom, por usar esta tecnología en dupla con Marie-Hélène, que fue nuestra compañera de viaje para realizar la obra en Chile” cuenta Carmen Romero, directora de Fundación Teatro a Mil.

La conexión de Peter Brook con Chile

El primer aterrizaje de Peter Brook en Chile fue en enero de 2007. Ese año, el festival Teatro a Mil presentó en el Teatro UC sus obras Sizwe Banzi está muerto y El Gran Inquisidor, con el propio Peter Brook tras bambalinas. La puesta en escena del inglés y la actuación de Bruce Myers, que por años trabajó con Brook, conquistaron al público y a la crítica.

En octubre de 2011, durante la extensión del Festival Internacional de Teatro de Buenos Aires (FIBA) traída a Chile por Fundación Teatro a Mil, se presentó Una flauta mágica en el Teatro Municipal de Las Condes. A tablero vuelto se presentó la adaptación minimalista de Brook, con un escenario vacío, cañas de bambú y sin orquesta, con un piano acompañando a los cantantes y actores.

na década después, Peter Brook volvería a aparecer en Chile en plena pandemia, como parte de las Conversaciones con Tim Robbins creadas para Teatroamil.tv gracias a la colaboración de Fundación Teatro a Mil con The Actor’s Gang y el Théâtre des Bouffes du Nord. Allí, los dos directores teatrales conversan de manera virtual desde su confinamiento sobre el encierro, los espacios vacíos como espacios de libertad y creación, y la importancia del trabajo colectivo. La conversación puede ser vista de forma gratuita en Teatroamil.tv.

En 2020, la dupla creativa Peter Brook y Marie-Hélène Estienne trabajó en una adaptación de La tempestad de Shakespeare con actores en el parisino Théâtre des Bouffes du Nord. Carmen (Romero) nos pidió que hiciéramos algo para su festival y pensamos ¿por qué no hacer Tempest? Y una aventura increíblemente hermosa comenzó”, contó en junio Brook a La Tercera.

Consultado por los derechos culturales en Chile, con motivo de la nueva Constitución, en la misma entrevista el director dedicó unas palabras al proceso político actual: “Toda dictadura afirma un camino y cierra todos los demás. Bravo para el pueblo chileno por haber elegido al Presidente que tiene ahora y abrir el camino de la libertad, que incluye por supuesto abrir el campo cultural a todos”.

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