TeleACV es un sistema de telemedicina que asiste a pacientes que sufren Ataques Cerebro Vasculares (ACV) y llegan a hospitales que no cuentan con neurólogos en el área de urgencia. El objetivo es que ese paciente que tiene un ACV agudo pueda recibir tratamiento de origen, es decir en el mismo lugar donde consulta. Para eso se capacita a los equipos tanto enfermeros como médicos, de modo que llegado el caso se pueda indicar el tratamiento de teletrombolisis.
En ese contexto, el Hospital de San Fernando realizó la primera derivación de un paciente a Santiago gracias a que la unidad de emergencia de dicha institución cuenta con TeleACV. Esta estrategia permitió realizar una pronta evaluación, en primera instancia por el personal del área de urgencia y luego por parte de un equipo de neurólogos que están a distancia.
El paciente es un adulto mayor que fue trasladado desde el Hospital de San Fernando al Instituto de Neurocirugía (INCA).
De esta forma, el proceso se inició con un tac de cerebro al paciente adulto mayor, el cual fue revisado por el neurólogo de TeleACV, indicando la realización de una trombolisis en el recinto de la región de O’Higgins. Luego, los especialistas decidieron llevar a cabo el traslado al Instituto de Neurocirugía para seguir el procedimiento médico. Desde que se detectó la posibilidad de un ACV hasta que el paciente fue intervenido con una trombectomia en Santiago, no superó las 6 horas. La rápida coordinación entre los distintos equipos permitió que la persona pudiera ser tratada prontamente, de modo de evitar las posibles secuelas de un ACV.
“Es súper importante que la comunidad, en este caso de la sexta región, sepa que contamos con esta prestación de TeleACV y ante dificultad para hablar, problemas para movilizar alguna de las extremidades o si nota que tiene la boca chueca, se debe sospechar que puede estar cursando un accidente cerebrovascular. Al pesquisar esto se debe llevar inmediatamente a una unidad de emergencia. Acá los tiempos son valiosos, entre más oportuna es la pesquisa o la llegada a la unidad de urgencia más posibilidades tiene ese paciente de quedar sin ninguna secuela. Cabe destacar que hasta el momento hemos realizado 36 trombolisis gracias al TeleACV”, recalca César Pontigo, Enfermero Coordinador de la Unidad de Emergencia del Hospital de San Fernando.
TeleACV
La Unidad de TeleACV está ubicada en Santiago en el Hospital Barros Luco, lleva 5 años de funcionamiento y da atención a casi el 20% de la población del país que no tiene neurólogo de emergencias en el centro asistencial. Contempla 10 hospitales que cuentan con esta prestación desde Copiapó hasta Victoria. Es un sistema 100% fiscal, depende del Servicio de Salud Metropolitano Sur y trabaja con hospitales de la red pública.
El equipo que compone TeleACV son 6 neurólogos, en su mayoría con especialización en neurología vascular, y cuentan con el apoyo de un ingeniero biomédico y de una kinesióloga que realiza las funciones de gestora de casos. El único requisito que debe cumplir el recinto es contar con un scanner y elementos técnicos para realizar video llamadas.
“Es un sistema que ha funcionado con los mejores estándares de calidad en Chile. Esto es destacable ya que refleja que el equipo que conforma la unidad es de muy alto nivel y contamos con experiencia. Además, los equipos de urgencia de los hospitales ejecutores están muy involucrados y lo están haciendo muy bien porque tienen preocupación permanente por ir mejorando”, señala el doctor Eloy Mansilla, Jefe de la Unidad de TeleACV.
¿Qué sigue después de una trombolisis?
Posterior a la trombolisis de un paciente, vienen 3 pasos simultáneos, los cuales detallan Jaime Medina y Mauricio Hormazábal, neurólogos del Hospital de San Fernando.
Se trabaja en conjunto con el equipo de medicina y enfermería, con el fin de realizar unas medidas clínicas conocidas como neuroprotección, para así evitar que se produzca más daño y prevenir complicaciones.
Se activa el proceso de rehabilitación, con kinesiólogos, fonoaudiólogos y terapeutas ocupacionales, con los cuales se mantiene un feedback constante. Finalmente se inicia el proceso de búsqueda etiológica, es decir vamos a responder la pregunta ¿por qué sucedió?, con el fin de que no vuelva a ocurrir.