Volvió a suceder. La cárcel El Inca, de Quito, la capital ecuatoriana, fue el escenario de un nuevo enfrentamiento entre presos que terminó con diez muertos este viernes 18 de noviembre. Apenas una decena de días antes, el 7 de noviembre, cinco reclusos fueron asesinados en la misma prisión.
La violencia llegó después de que las autoridades ecuatorianas intervinieran el centro penitenciario para el traslado de Jonathan Bermúdez, el líder de ‘Los Lobos’, una de las bandas criminales que tienen al país en alerta desde hace meses.
Bermúdez se considera el presunto instigador del motín del 7 de noviembre y por eso fue trasladado a La Roca, una cárcel de máxima seguridad en Guayaquil, donde está aislado e incomunicado.
El Servicio Nacional de Atención Integral (SNAI) a Personas Privadas de Libertad, encargado de la gestión de los centros penitenciarios, anunció que tres miembros más de ‘Los Lobos’ también fueron trasladados a La Roca por ser supuestamente los repsponsables de la violencia de este viernes.
El presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, celebró en Twitter la «intervención exitosa» de las autoridades para calmar la violencia en El Inca. «Advertimos que no nos dejaremos intimidar por mafias narcotraficantes, ahora tendrán que enfrentar todo el rigor de la ley», amenazó.
Fuente: France 24