Uno de los objetivos del arquitecto español, Vicente Guallart, ex arquitecto -jefe de la ciudad de Barcelona, de visita en nuestro país, es contribuir al desarrollo de una nueva generación de edificios ecológicos construidos totalmente en madera por su cualidad de ser un depósito de CO2. Está dedicado a realizar asesorías y numerosos proyectos. Entre ellos, destacan la construcción de la primera escuela de madera local en Camerún; la edificación de viviendas en madera en China en la era post Covid o la construcción de un santuario para animales en los Pirineos.
Y obviamente, su proyecto estrella: la construcción del edificio en madera más alto de Cataluña, de 40 viviendas sociales emplazados en el distrito de San Martí, en Barcelona.
Desde África a nuestro continente, Guallart estampa su huella en sus obras ligadas a este noble producto. “Estamos haciendo muchos proyectos que, además de ser ecológicamente consistentes, también son bellos y fomentan el progreso en los lugares donde se asientan”, explica.
¿Cuál es su visión de la construcción en madera en Chile?
Chile y España somos muy similares porque ninguno de los dos tenemos tradición de construcción en madera. Sin embargo, está empezando a explotar la construcción con este material en España porque la madera es el hormigón del siglo XXI.
La madera es un material que reúne muchos de los elementos que son necesarios para afrontar los retos del planeta. Por un lado, evita la emisión de CO2 en la construcción y, por otro lado, impulsa la industria local a través de la economía circular y a través de la gestión de los bosques ayuda a proteger la naturaleza de los incendios.
¿Cuáles son los beneficios del país?
Eso genera que un país sin tradición en la utilización de este material, como España, está empezando a ser un referente europeo en la construcción de viviendas social y equipamientos en madera, especialmente en Barcelona. Creo que Chile tiene una producción y capacidad mayor, grandes empresas ligadas a la madera y ahora mismo pasa por una crisis habitacional, puede resolver varios de estos retos a través de desarrollar de una manera ágil y veloz la industria de la madera ligada a la construcción.
Desde ese punto de vista, ¿cuál es el desafío en este tipo de construcción en los próximos años, teniendo en cuenta el cambio climático y un planeta más sustentable?
Chile se ha comprometido a que el año 2050 será un país de cero emisiones. La pregunta es, ¿cuántas emisiones se generan a través de la construcción? No hay dudas de que los materiales del siglo XX, como el hormigón o el acero, son responsables de gran parte de las emisiones de los países; por lo tanto, la madera es una respuesta natural a estos restos. Es una cuestión que los gobiernos nacionales y locales entiendan que, si hay compromiso para luchar contra el cambio climático, en el caso de la construcción esto ocurre sin lugar a duda a través de la madera. Y por ello hay que desarrollar una estrategia de la transición en el uso de esto materiales, de la misma manera que hay una transición energética para abandonar el uso de combustibles de origen fósil hacia el uso de energías renovables.
Líder en la construcción
¿Cuál es tu opinión de la industria maderera de Chile en comparación a otros países sudamericanos?
Chile tiene una gran industria maderera que ahora mismo no ha estado vinculada a la construcción, a pesar de que empieza a asumirla donde hay empresas que han hecho plantas de CLT.
Creo que Chile tiene una mayor visión respecto de la protección de la naturaleza en relación con otros países y tiene una oportunidad para ser líder seguro en este tipo de construcción, en Latinoamérica e influir en el mundo.
Las empresas chilenas madereras tienen capacidad de inversión y para desarrollar proyectos en otros lugares. Y en lugares emergentes, como en países africanos, claramente hace falta la colaboración e inversión internacional. Creo que, desde este punto de vista, Chile puede ser un gran país líder de la construcción en madera del mundo en los próximos años.
¿Qué antecedentes de obras en madera tiene de Chile?
Sé que, en Coyhaique, en la región de Aysén, se hará un edificio de 12 plantas en CLT. Y creo que es una gran noticia. Sé que hay una cierta tradición de utilizar el sistema marco-plataforma más parecido de como construyen los americanos. Pero, sin lugar a duda, la industrialización de la madera y lograr desarrollar todo su potencial como aislante térmico estructural; y también, ¿por qué no?, una gran respuesta frente al sismo. Eso lleva a que el desarrollo de la industria del CLT sea fundamental.
Respecto a los nuevos estándares ambientales en la construcción ¿por dónde debería estar el acento?
Por ejemplo, en la ciudad de Barcelona se ha lanzado un concurso de “bajas económicas”, donde la baja económica solo puntúa un 10 de 100, las bajas de las emisiones un 30 de 100, y las bajas en los tiempos de construcción también puntúan un 30 de 100. Es decir, básicamente los nuevos estándares que se están empezando a aplicar en las licitaciones de construcción, tienen que ver con cuestiones ambientales y con la rapidez de la ejecución. Y esto hace a la madera un material muy bueno.
En Oriente Medio (que es un lugar desértico) es un problema, pero en Chile no, porque ustedes tienen mucha madera y además la gestión de la naturaleza ayuda a protegerla. Por lo tanto, la producción de madera de manera sostenible es un gran elemento para encontrar soluciones adosadas a la naturaleza. Y, además, para llevar trabajo a las zonas rurales y a las regiones.
A propósito de regiones, ¿cuán importante es que la Feria internacional de la industria maderera y celulosa – ExporCorma 2022, se realice en región desde el punto de vista local e internacional?
Es fundamental que Chile desarrolle una estrategia de descentralización. Porque le puede ocurrir, como ha sucedido en otros países, donde hay una situación “macrocefálica”. Eso significa que hay básicamente un solo lugar, que es la capital, que absorbe la mayor cantidad de energía de la economía del país. Siendo Chile el país más largo del mundo, teniendo una gran diversidad de paisajes y de recursos naturales, es muy importante que se entienda que estos eventos internacionales ocurran donde puedan producir mayor impacto en la economía. Y ayude también, de alguna manera, a impulsar la urbanidad y el desarrollo de ciudades, la infraestructura educativa y, sobre todo, la innovación en todo el país.