La jornada de restauración se llevó a cabo en la comuna de Ránquil, en el marco del Convenio de Cooperación entre la Corporación Chilena de la Madera – Corma y la Corporación Nacional Forestal -CONAF.
Restaurar la biodiversidad local, apoyar a pequeños propietarios y enfrentar los desafíos del cambio climático tras los devastadores incendios que vivió el sur de Chile el verano pasado, fue el objetivo de la jornada de restauración con plantas nativas para recuperar los suelos, que vecinos de las comunas de Quirihue y Portezuelo, realizaron en Ránquil – Región de Ñuble.
Fueron 16 vecinos los que plantaron parte de las 6.200 especies nativas de Quillay, Canelo y Patagua, que se destinaron para el terreno de un pequeño propietario afectado por los incendios.
En el último verano, en la región de Ñuble fueron afectadas aproximadamente 57 mil hectáreas, representando un incremento de casi un 500% en la superficie dañada, con respecto a la temporada anterior. Para ello, Corma ha donado a la fecha 50.400 plantas entre nativas y forestales para dicha región.
La gerenta regional de la Corporación Chilena de la Madera, Margarita Celis, se refirió a la importancia de implementar medidas concretas post incendios. “Esta actividad no solo busca recuperar el terreno dañado por los incendios, sino que también se alinea con los esfuerzos que está impulsando el mundo de la madera para hacer frente a los efectos del cambio climático. Los árboles desempeñan un papel crucial en la captura y almacenamiento del carbono, junto con conservar el suelo, proteger las fuentes de agua, y todo esto también es un aporte a la empleabilidad local”.
Por su parte, el director regional de la CONAF Ñuble, Juan Salvador Ramírez indicó que, “con estas acciones ayudamos combatir el cambio climático en conjunto con las empresas privadas, con los trabajadores, con los municipios, también los propietarios que han cedido sus predios para esta reforestación con bosque nativo”.
Miguel De La Beau, administrador del predio «El Rincón de Ñipas», valoró la donación de plantas, ya que el incendio arrasó con sus plantaciones de olivos, paltos y nogales, los cuales ya estaban produciendo frutos. “Perdimos todo en el incendio de febrero y esta iniciativa me parece excelente porque no solo nos ayuda a nosotros, sino también es un apoyo para el campo, el medio ambiente y la tierra”.
La vecina de la comuna de Portezuelo, Myriam Fuentes, comentó que el trabajo de plantar es una gran experiencia y “es muy triste ver estos campos todos quemados, pero lo bueno, es que hay árboles que recién están brotando y ojalá que todo lo que estamos plantando produzca y no sea quemado nuevamente por el fuego”.
Siguiendo la misma línea, la vecina de Quirihue, Teresa del Carmen Rivas, pidió a todos que se cuiden e hizo un llamado a la prevención. “Hago un llamado a evitar los incendios forestales y poder cuidar los arbolitos que se están plantando en este sector. Es importante ayudar a que crezcan fuertes y evitar que la gente los destruya y no los vuelva a quemar”.
El apoyo a pequeños y medianos propietarios afectados por incendios es una de las prioridades del gremio forestal, que reúne a 250 actores del mundo de la madera, y cobra especial relevancia en la región de Ñuble.