- Jericó «merece» figurar en la lista por su «importancia como la ciudad fortificada más antigua del mundo».
Expertos de la UNESCO afirmaron que en esa histórica ciudad funcionó un asentamiento permanente en el 9.000 o el 8.000 antes de Cristo, en la que se hallaron cráneos y estatuas que revelan signos de las primeras planificaciones urbanas.
Un comité del organismo de la Unesco declaró este domingo que las ruinas prehistóricas de la ciudad bíblica de Jericó son Patrimonio de la Humanidad ubicadas en Palestina, en una votación rechazada por Israel, que no reconoce la existencia de un Estado palestino.
Jericó, uno de los núcleos urbanos más antiguos del mundo, está ubicada en Cisjordania, los territorios ocupados por Israel y administrados por el Gobierno autónomo palestino de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que integra la ONU como «estado observador no miembro» en representación de todos los palestinos.
Reunido en Arabia Saudita, el Comité del Patrimonio de la Humanidad votó a favor de incluir en sus listas al sitio arqueológico de Tell es-Sultan, también llamado Antigua Jericó, que contiene ruinas que datan el noveno milenio antes de Cristo y que está afuera de la propia ciudad.
Israel abandonó la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en 2019 en medio de acusaciones de que el órgano de la ONU tenía una postura sesgada antiisraelí que buscaba minimizar su conexión histórica con la llamada Tierra Santa.
La convención es el tratado internacional de 1972 que creó la lista de Patrimonio de la Humanidad con las metas de preservar el carácter cultural y proteger el entorno natural de los sitios designados. Es el documento que guía la tarea del comité.
Los palestinos reclaman los tres territorios para fundar un Estado independiente.
Israel considera a Cisjordania como el hogar histórico del pueblo judío, y rechaza levantar las colonias ilegales que ha establecido en la región.
La actual ciudad de Jericó es un gran atractivo turístico para Palestina, tanto por sus sitios históricos como por su cercanía al Mar Muerto.
El sitio fue inscrito tras una candidatura de tres años «durante la cual ningún Estado Parte presentó objeción alguna», añadió, en alusión a las críticas israelíes.