- Entorno de volatilidad internacional vuelve a impactar negativamente los mercados financieros locales.
Cifras sectoriales de abril tuvieron resultados mixtos. El sector comercio fue mejor al anticipado, pero no logró corregir la caída en minería. Esta última sorprendió a la baja (-1,1% a/a; -2,0% m/m desestacionalizado), por la fuerte contracción en la explotación de cobre (-4,9% a/a) compensada en parte por la extracción de mineral no metálico (28,2% a/a), principalmente asociada al desempeño del litio.
Por otra parte, la producción manufacturera estuvo en línea con nuestras estimaciones (-5,1% a/a vs. Bloomberg: 6,9% a/a; Santander: 5,1% a/a) impulsada por la producción de alimentos y bebidas, mientras que petróleo incidió negativamente debido a la alta base de comparación ante movimientos puntuales en 2023.
El comercio minorista estuvo en línea con las expectativas del mercado (3,6% a/a vs. Bloomberg: 3,6% a/a; Santander: 2,9% a/a) impulsado por vestuario, productos tecnológicos y ventas de autos nuevos, donde estas últimas se vieron beneficiadas de una baja base de comparación. El comercio mayorista, por su parte, creció (7,1% a/a) principalmente por la venta de alimentos. Con esto, el comercio en su totalidad (5,0% a/a) continúa apuntando a una recuperación del consumo.
Con todo, ante estos resultados corregimos a la baja nuestra estimación del crecimiento interanual del Imacec de abril hasta 3,0% (3,5% estimado previamente) principalmente por la caída en minería.
Mercado laboral vuelve a mejorar, pero sector formal mantiene notas de cautela.
Cifras de empleo continúan apuntando a una recuperación del mercado laboral. La creación de empleo (30,6 mil) vuelve a ubicarse por sobre los patrones estacionales habituales, al igual que la fuerza de trabajo (16,3 mil), dando cuenta de la normalización en la tasa de participación (62,5% vs. 62,8% promedio 2019). Ante esto, la tasa de desempleo retrocede hasta 8,5% (8,7% previo).
Si bien lo anterior es algo positivo, se mantienen las señales de alerta en el mercado. Por una parte, el empleo asalariado registró un retroceso (-22,7 mil) mayor al anticipado por patrones estacionales habituales, lo que se dio más intensamente en el sector privado. Por el contrario, es el trabajo por cuenta propia (64,5 mil) el que explica la creación de empleo. Lo anterior está en línea con las cifras del sector informal, que concentra casi dos tercios de los nuevos empleos (20,3 mil). En el mismo sentido, los registros administrativos también apuntan a un deterioro en meses previos del empleo formal junto con los indicadores de demanda laboral.
Pesimismo vuelve a inundar a los activos locales
Luego de presentar un fortalecimiento en gran parte del mes, la paridad se debilitó en la última semana de mayo hasta casi $920 por dólar (2%), retomando la elevada volatilidad que ha exhibido durante el año.
Factores externos como la fuerte corrección del precio del cobre ante el escenario de mayor incertidumbre externa (US$ 4,6, -4% semanal) y una leve reacción al alza del dólar global fueron los principales determinantes de la pérdida de valor de la paridad local.
Por su parte, las recientes cifras laborales y de actividad sectorial dan señales de que, si bien es necesario continuar con el proceso de normalización monetaria, este se daría a un ritmo más gradual. Esta moderación, junto con el anuncio del Ministerio de Hacienda de vender hasta US$ 200 millones de divisas semanales entre junio y agosto, habría ayudado a contrarrestar el impacto depreciativo de los factores globales en el tipo de cambio local.
La bolsa local también presentó pérdidas. Luego de tocar máximos históricos de 6.800 puntos, el IPSA retrocede 2,5% en la semana, en línea con la aversión al riesgo global. Mientras que las tasas de largo plazo vuelven a subir por sobre 6% nominal y sobre 2,8% real. En este contexto, el Ministerio de Hacienda emitió bonos soberanos en pesos por algo más de US$ 2.000 millones a una tasa de 6,25% con oferta simultánea en mercados internacionales.
Mercados internacionales centran su atención en próximos datos laborales en EE.UU.
En el ámbito internacional, los mercados financieros estuvieron atentos a una de las cifras favoritas de la Reserva Federal relacionada al deflactor del gasto personal (PCE) de abril, que resultó en línea con lo previsto (0,3% m/m y 2,7% a/a). Más aún, el componente subyacente, se mantuvo en 2,8% en términos anuales, siendo el sector de servicios el de mayor incidencia y presentando señales de desaceleración (desde 2,8% previo a 2,7%). En contraste, el IPC de la Zona Euro sorprendió al alza en abril en términos anuales, acelerándose tanto el componente total (2,6% a/a vs. 2,4% previo) como el subyacente (2,9% a/a vs. 2,7% previo), añadiendo algo de ruido en los mercados.
Lo anterior se suma a cifras de la actividad estadounidense que mostraron cierto enfriamiento durante la semana (PIB 1T24: 1,3% t/t vs. 1,6% previo, consumo personal: 2% t/t vs. 2,2% esperado; subsidios de desempleo: 219 mil vs. 217 mil esperados), lo cual volvió a alimentar las esperanzas de que la Fed inicie los recortes de tasas este año (con un 46% de probabilidad de que sea en la reunión de septiembre). Ahora, toda la atención estará centrada en las cifras laborales (creación de empleos, tasa de desempleo) a publicarse la próxima semana, como últimos inputs previo al dato de IPC de mayo y la decisión del FOMC (12 de junio), reunión en la que se conocerán tanto las nuevas proyecciones económicas como la actualización de los “dots”, los que confirmarían un ajuste en la normalización esperada este año (desde los tres recortes implícitos en las proyecciones de marzo).
En este contexto, el dólar global termina la semana virtualmente estable (DXY: algo por debajo los 105 puntos) y las tasas de interés de largo plazo en las economías desarrolladas, si bien retroceden en el margen como respuesta a los datos conocidos en EE.UU., presentan en promedio una leve tendencia al alza respecto del cierre de la semana previa (+6pb), en línea con las sorpresas inflacionarias en Europa. Por su parte, los índices bursátiles cierran con caídas generalizadas (MSCI global: -1%) al igual que los precios de las materias primas (petróleo WTI: -1%; cobre: -4%, agregado de productos agrícolas: -3%).
Lo que viene…
La próxima semana conoceremos dos relevantes indicadores económicos locales. El lunes el Banco Central dará a conocer el índice de actividad mensual (Imacec) de abril, para cuya cifra anticipamos una variación anual en torno a 3% (vs. 0,8% en marzo). Esto influido nuevamente por un efecto calendario debido a la mayor cantidad de días hábiles en abril de este año versus el 2023.
Por su parte, el viernes 7 de junio, el INE publicará el IPC correspondiente a mayo. Nuestra proyección apunta a una variación mensual de 0,2%, con lo que la inflación anual llegaría a 4,1%.