Como cada año, el VIH/SIDA se conmemora el 1 de diciembre, dando la oportunidad de reconocer los avances logrados y los desafíos pendientes, convoca a movilizarse hacia la prevención y al acceso a tratamiento, y llama a toda la sociedad a no dejar de lado este tema, que no ocupa lugares destacados en las agendas.
Este 2024, de acuerdo a cifras de ONUSIDA y estudios nacionales, el VIH/SIDA tiene en Chile tasas de casos nuevos que se encuentran entre las más elevadas de América Latina y el Caribe, muy por encima del promedio de la región, casos nuevos que se focalizan en poblaciones jóvenes, de 15 a 49 años, con una elevada proporción de personas inmigrantes entre estos nuevos casos.
Los esfuerzos realizados como respuesta al VIH/SIDA, de acuerdo a las mismas fuentes, nos permiten conocer una muy alta proporción de las personas que viven con el virus y conocen su estatus (97%), lo que es muy bueno. El problema al que debemos dar respuesta es que, a pesar de existir una garantía GES que garantiza el acceso a tratamiento antiretroviral, tanto a los sectores público como privado, quienes acceden al tratamiento de entre quienes conocen su estatus serológico frente al VIH no son todas las personas diagnosticadas, sino que esa cifra llega al 70%, de acuerdo a estimación de ONUSIDA.
Esta brecha se debe superar, para así ofrecer a las personas las ventajas que les entrega el acceso a un tratamiento actualizado, en cuanto a mejor sobrevida y calidad de vida, y además, por el impacto que tiene el estar en tratamiento antiretroviral en la reducción de la transmisión del virus a otras personas Las estimaciones de ONUSIDA indican que en nuestro país el 94% de quienes están en tratamiento antiretroviral tienen carga viral indetectable, manteniéndose a lo largo del tiempo resultados extremadamente exitosos, y pudiéndose aplicar a las personas en tratamiento en nuestro país el lema: Indetectable es igual a Intrasmisible.
Como otro de los grandes avances obtenidos, se debe mencionar la existencia de profilaxis pre exposición en el sector público, para algunos grupos de personas adultas sanas, con mayor exposición al riesgo, a quienes no sólo se les entregan medicamentos para evitar que adquieran el virus, sino se les ofrecen otros servicios tales como: controles periódicos, entrega de métodos de barrera para la prevención y lubricantes, testeo periódico, materiales educativos y acceso a vacunas específicas (Vacunas Anti hepatitis A y hepatitis B y vacuna contra el Virus Papiloma). Acá el desafío está en lograr aumentar su cobertura, que aún es modesta.
El otro gran logro es la existencia de una campaña de prevención de comunicación masiva en un formato muy actual, “Sobre la mesa”, serie de 4 episodios. El disponer de esta campaña es una muy buena señal respecto a la preocupación frente al tema, permitiendo que distintas poblaciones se sientan concernidas y representadas en estos capítulos, y levantar los niveles de alerta social frente al estigma, la no discriminación y la inclusión; trata también la maternidad y VIH, la salud sexual y el inicio de la vida sexual, todos estos temas que son clave para el momento que enfrenta el país en cuanto al VIH/SIDA, y el episodio aún incógnito que se difundirá el 4 de diciembre. El nombre “sobre la mesa” apunta a poner estos temas en la conversación cotidiana, en un formato cercano y muy real.
En resumen, en nuestro país no se eluden los problemas existentes frente a este tema, con estrategias científica y culturalmente adecuadas, para las que se requiere incrementar su cobertura.
Dra. Annabella Arredondo Paz, Epidemióloga y Coordinadora Académica del Instituto de Salud Pública (ISP) de la Universidad Andrés Bello, Sede Viña del Mar.