Las lluvias intensas representan un gran desafío para la logística detrás del comercio electrónico, afectando directamente los plazos de entrega, la continuidad operativa y los costos de distribución. En Chile, los temporales de 2024 dejaron en evidencia la vulnerabilidad de las cadenas de suministro ante fenómenos climáticos extremos, como los ocurridos entre junio y agosto, que provocaron inundaciones, desbordes de ríos y cortes de rutas en distintas regiones del país.
Según datos del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), el sistema frontal de junio de 2024 causó daños en más de 7.400 viviendas, dejó a más de 11.000 personas damnificadas y aisló a más de 3.000 debido al colapso de caminos y puentes. A esto se suma el impacto económico estimado por el Ministerio de Hacienda en US$759 millones, de los cuales más de US$600 millones corresponden a daños en infraestructura pública y habitacional.
En ese contexto, la alerta vuelve a encenderse: este fin de semana se anticipa la llegada de dos nuevos sistemas frontales a Santiago, con lluvias y un marcado descenso de temperaturas. Según la plataforma especializada en meteorología, Meteored, el primero de estos frentes ingresaría a la capital durante la tarde del sábado 17 de mayo, con una probabilidad del 60%.
Ante este panorama, la tecnología se posiciona como una aliada clave para reducir riesgos, mejorar la planificación y mantener la eficiencia logística, incluso en condiciones adversas. Desde Drivin, empresa especializada en soluciones para la gestión de transporte, destacan tres recomendaciones fundamentales para enfrentar estos escenarios:
1. Monitoreo en tiempo real
Incorporar sistemas de gestión de transporte. Este tipo de software permite implementar torres de control con toda la info requerida, facilitando la optimización y planificación automática frente a bloqueos de caminos por inundaciones o deslizamientos, mejorando la seguridad y asegurando la puntualidad de las entregas
2. Automatización para una mayor eficiencia operativa
Automatizar tareas como la asignación de rutas, la coordinación con transportistas y la notificación de cambios, permite respuestas más rápidas y efectivas ante imprevistos, reduciendo la dependencia de la intervención manual.
3. Comunicación ágil con clientes y conductores
Aplicaciones móviles conectadas a los sistemas de gestión de transporte (TMS) permiten mantener una comunicación fluida con conductores y clientes, informando sobre posibles demoras o reprogramaciones debido al clima, y mejorando la experiencia del usuario en situaciones críticas.
La experiencia del invierno de 2024 demuestra que invertir en tecnología no solo permite mitigar los efectos inmediatos de las lluvias, sino también fortalecer la resiliencia de las cadenas logísticas frente al cambio climático.