De José Aguilera Martínez
Por Arturo Volantines
Este es un libro fundamentalmente iconográfico. Contiene sinnúmeros de imágenes, tanto del pasado como de personas y personajes contemporáneos. Sobre destaca el Álbum de La Higuera de la Sucesión Muñoz Godoy.El mayor mérito, en mi opinión, es que no es un texto meramente historiográfico sino de la memoria: del pueblo que habla y muestra su quehacer en las distintas localidades. Parecieran muy desconocidas estas. Pero, han sido y son de contextos legendarios, como fueron en las revoluciones decimonónicas. Es además la tierra fundacional del mayor caudillo radical y visionario de la Región de Coquimbo, Pedro Pablo Muñoz Godoy.
Hay mucha dedicación del autor en hacer aparecer lugares maravillosos, que son de los más emblemáticos paisajes de Chile, tal las islas de Punta de Choros. Además, se complementa muy bien con la región aledaña, que es la provincia atacameña del Huasco.
Hay relatos impresionantes aquí, que nos proponen una visión de mundo: es como pájaro elevado sobre el territorio. Y, sobre todo, contiene una propuesta implícita de un destino, que se va a resolver, como sendero de paraíso o de la destrucción definitiva de su actual ecosistema.
El libro tiene un desarrollo cronológico hasta llegar a los rostros del presente, que tendrán que cargar con qué territorio les dejarán a las nuevas generaciones. Esto es gravitante. Hoy se está decidiendo qué tipo de futuro tendrá este, el cual es más que una comuna. Por ello, el libro pone a su gente por delante, en perspectiva: tendrán que responder por el destino común.
Su desarrollo histórico ha sido legendario, leyendesco y resiliente. En los próximos decenios aparecerán profundos túneles de acervos. Se seguirá buscando comprender su sorprendente mundo. Esto es un empezar: tendrá que cuajarse muchísimo más de su gran veta. Su patrimonio deviene desde los pueblos originarios, pasando por La Colonia y entrando notablemente al siglo XIX.
La Higuera es de fuego alimentado desde los ancestros.
Y yo atisbo, sin dudas: su singularidad será de frutoso cielo azulado, sino Chile será un gran cementerio marino.
Este pueblo tiene mucho que decir en la sociedad que se ha estado impugnando desde el inicio de la República. No habrá acá solo propuesta desde el Estado centralista, sino desde las comunidades locales.
Cuando los poetas sueñan el futuro este se puede realizar. En el caso de La Higuera, si ahora no es soñada por sus poetas; el futuro, no muy lejano, será como Gaza. Por ello, es necesario que La Higuera descrita siga soñando —así Homero y Eurípides—, con su manantial de ecosistema respetuoso y de visión revolucionaria de estos lares: heredado de los patriarcas del siglo XIX.
José Aguilera ha realizado una labor encomiable de recuperación del relato de La Higuera. Es tarea común emprendida, en las últimas décadas, por los hijos del Norte Infinito. Esto ha dado resultados asombrosos: develando el desprecio centralista. Sin embargo, también reluce, como el oro en la poruña, su rico patrimonio y su categórica lucha por la autogestión. Este libro es un paso adelante.