36 nuevos monitores de agua y suelo ahora tienen la tarea de transmitir todo lo aprendido con sus propios vecinos e implementar al menos 4 proyectos cada uno.
Hacer pozos para captación de agua, construir mini represas y elaborar abonos orgánicos para mejorar productividad de los suelos, son parte de las técnicas que 36 vecinos del Valle del Itata aprendieron en segunda versión del programa de Monitores de Agua y Suelo que impulsa la Corporación Chilena de la Madera –CORMA- con el apoyo de la empresa Arauco.
La capacitación busca que los vecinos aprendan a implementar en sus casas y juntas de vecinos, tecnologías simples y económicas para captar agua lluvia y hacer más fértiles sus suelos.
A la fecha 147 vecinos ya han sido capacitados por el Centro de Educación y Tecnología (CET) de Yumbel y han replicado en sus propios vecindarios rurales 59 proyectos que están beneficiando a 5 mil 100 vecinos.
El programa impulsado por CORMA comprendió 4 talleres en terreno más dos jornadas de capacitación general, donde los participantes aprendieron de forma práctica a instalar tambores para capturar el agua lluvia que cae desde los techos, a construir mini tranques y pozos profundos con sistemas eficientes de riego. Para conservar los suelos, se les enseñó a producir abonos orgánicos sólidos y líquidos. También aprendieron a utilizar la energía solar para uso domiciliario.
Los vecinos capacitados son de las comunas de Florida, Portezuelo, Ranquil, Tomé, Quirihue Quillón, Coelemu y Trehuaco, y ahora deberán transmitir estos conocimientos a sus pares e implementar al menos 4 proyectos cada uno, por lo que la meta para este año es concretar al menos 144 nuevas iniciativas.
Emilio Uribe, gerente regional de CORMA Biobío y Ñuble, valoró el entusiasmo de los participantes. “Es gratificante ver cómo los vecinos vienen a trabajar y a aprender estar técnicas que son tan simples, pero que tienen enormes beneficios para ellos, muchos son pequeños agricultores que necesitan hacer más productivos sus cultivos, que es gran parte del ingreso familiar”.
La representante del INDAP de Ñuble, Valeria Mellado en tanto destacó la iniciativa. “Es interesante el apoyo que se le está dando a los pequeños agricultores para que puedan encontrar agua, un recurso que es básico para poder sustentar todos los sistemas productivos y, por su puesto, a ellos mismos”.
Para Juan Anzieta, gerente de Medio Ambiente y Comunidades de Arauco, en tanto, lo más relevante es el fuerte compromiso de los vecinos con sus comunidades. “Nos enorgullece el enorme compromiso que han adquirido para traspasar ese conocimiento a quienes viven en sus territorios. Estamos convencidos que compartir buenas prácticas y trabajar más unidos es el camino para cuidar los recursos que todos compartimos”.
Hablan los vecinos
Doris Lepe, Rinco dos en la Comuna de Tomé, señaló que “todo lo aprendido aquí es posibles de replicar en la casa de uno, y también veo lo que a mis vecinos les hace falta, lo que aprendí aquí tengo que enseñárselos a ellos”.
Alicia Mendoza, vecina de San Francisco, entre Tomé y Rafael, en tanto, dijo que “lo aprendido es muy fructífero, fácil y bueno para aplicarlo con los vecinos que son campesinos, llevar esta forma sana sus hortalizas, sin productos químicos”.
“La actividad fue tremenda y una linda experiencia”, sostuvo la monitora de Portezuelo, Nidian Arteaga, quien planteó que el agua en su sector es un bien muy escaso. “No hay agua. Tiene que haber mucha profundidad (…) yo me vine a capacitarme para los mismo”, explicó.
Andrea Hernández, de la comuna de Ránquil, secretaria administrativa del Comité de Agua Potable Rural Centro Cementerio, con 292 familias, adelantó que “ahora la idea es poder compartir la información en el sector, las réplicas se van a hacer en nuestra sede comunitaria para demostrar al público lo que se puede hacer con tan poco, paralelamente vamos a plantar arbolitos y vamos a recuperar el sector para nuestros niños”.