Caso Patricio Toledo: Los consejos para realizar actividad física después de los 60

El chequeo médico previo, el control de presión, frecuencia cardiaca y de enfermedades crónicas más una gradualidad en la realización de ejercicios son esenciales para evitar riesgos para el corazón si se retoma o se inician ejercicios de manera sana.

El infarto al miocardio que sufrió el ex arquero Patricio Toledo en pleno partido de despedida a los capitanes de Universidad Católica puso en la palestra el nivel de actividad física que puede hacer una persona que supera los 60 años. El ex meta tiene una vida ligada al deporte pero con el correr del tiempo el cuerpo va disminuyendo su capacidad de resistencia.

Desde la Clínica de Recuperación de Lesiones (CRL) resaltan la importancia de realizarse un chequeo médico antes de retomar o iniciar la actividad física para las personas de esa edad, y en especial, con un médico que esté relacionado al deporte como un cardiólogo deportivo.

“Es muy importante tener una buena historia clínica, muy completa con sus antecedentes cardiovasculares, sus antecedentes metabólicos, su historial traumatológico y quirúrgico para determinar si tiene las condiciones necesarias para hacer ejercicio de manera sana,o se encuentra con una patología subyacente, cardiaca, respiratoria, diabetes o alguna otra que pueda mermar su desarrollo deportivo,y amenazar su vida”, dice la Dra.Daniela Cuadra, directora médica de la Clínica CRL

A eso se suma la relevancia de hacer un examen físico y controlar algunos parámetros importantes como la presión arterial, la frecuencia cardiaca, el peso y masa corporal, junto con la movilidad articular para determinar qué ejercicios pueden hacer las personas mayores de 60 años. “Es aconsejable hacer exámenes complementarios si es que fueran necesarios, según los riesgos, ojalá un electrocardiograma de reposo en toda la población deportiva, y específicamente hacerlo de manera muy rigurosa en la gente que tiene antecedentes cardiovasculares, familiares o personales, y si son mayores también”, subraya la Dra.Cuadra.

Otras evaluaciones previas que recomienda la facultativa son la prueba de esfuerzo para evidenciar si hay factores de riesgos cardiovasculares. Así también conocer el perfil lipídico, la glicemia, y otros antecedentes que puedan ser necesarios para conocer desde el punto de vista metabólico. Esto, complementado con ecografías o radiografías si es que hay antecedentes de lesiones o de cirugías.

Un factor determinante en la realización de ejercicios a esa edad es la gradualidad, considerando la frecuencia e intensidad del ejercicio, el tiempo o la duración de este, y el tipo de ejercicio. “Para lograr eso, las personas tienen que asesorarse con alguien que tenga conocimientos de la prescripción para poder indicarla de mejor manera. Por ejemplo, en lo que es la frecuencia de un ejercicio aeróbico se recomienda unas tres o cinco veces por semana, y de fuerza, unas dos o tres veces por semana que no sea consecutivo. Además, hacer flexibilidad y equilibrio diario más de tres veces a la semana”, enfatiza la profesional.

Esta gradualidad también se aplica a la intensidad del  ejercicio aeróbico y la fuerza, lo cual se personaliza según la frecuencia cardiaca de cada persona y luego se adapta. Respecto  a los tiempos que los mayores de 60 deben dedicar al ejercicio físico la Dra.Cuadra explica que también hay que hacerlo paulatinamente.

“Partiendo por unos 20 minutos, y ya luego terminando con unos 20 minutos o bloques más largos dependiendo del ejercicio.  Del ejercicio mismo, si es aeróbico, fuerza o flexibilidad hay que hacer primero de bajo impacto para ver como va respondiendo el cuerpo, finalmente ir agregando más dificultad técnica, y más dificultad de carga para ir evolucionando y teniendo mejores resultados de la práctica deportiva y ejercicios”, sostiene la profesional.

Agrega que con todos estos detalles en la realización de la actividad física, hay que poner especial atención en las precauciones que hay que tomar como una progresión que sea lenta, el evitar un impacto iniciar, y controlar cualquier signo de alarma que pueda surgir como dolor torácico, mareo, palpitaciones, etc, para tomar todas las medidas que sean necesarias. Junto a ello, tener presente los medicamentos que toma la persona.

“Considerar todos los fármacos que está utilizando si es hipertenso o dibaético para controlar bien el ejercicio. Dentro de eso, cuando se hace ejercicio, hacer un buen calentamiento, después de haber tenido una buena evaluación médica”, dice la Dra.Cuadra.

Desde la Clínica CRL aseguran que todo esa actividad física debe complementarse con el trabajo del equilibrio para evitar caídas y complementarlo con una hidratación adecuada. “Hacerlo siempre de manera supervisada con kinesiólogo o entrenador que esté capacitado para evitar o minimizar los riesgos. Realizar controles, además, cada 6 meses, o según la patología puede ser más frecuente”, enfatiza la Dra. Daniela Cuadra.

Sobre CRL

La Clínica de Recuperación de Lesiones (CRL) fue oficialmente fundada en 2018 con el propósito de transformar la práctica médica al proporcionar soluciones más resolutivas y precisas para lesiones que requerían un enfoque más avanzado que el tratamiento conservador, pero menos invasivo que la cirugía. Este hito significativo fue impulsado por los socios fundadores, Felipe Fernández y Felipe González. Juntos, consolidaron e implementaron un modelo de atención médico-kinésico único.

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