Tras nueve años de servicio, Frida «cuelga» sus botas de neopreno, las que utilizó para rescatar 12 vidas y encontrar más de 40 cuerpos a lo largo de una larga carrera como «rescatista».
La perrita fue condecorada por la Armada Mexicana durante una ceremonia este lunes.
Esta labradora formó parte de hasta 53 operaciones de rescate en México, Haití, Guatemala y Ecuador.
«Sus ladridos siempre fueron causa de esperanza, y en momentos de dolor e incertidumbre, Frida nos aliviaba«, comentó el subsecretario de Marina, el almirante Eduardo Redondo.
Con botas de neopreno y máscara protectora, las imágenes de Frida buscando entre los escombros de una escuela dieron la vuelta al mundo y se convirtieron en símbolo de esperanza de un país que perdió más de 300 vidas en el desastre.
Los mexicanos la homenajearon, entonces, pintando un mural en un edificio.
Ahora, con 10 años, dejó de usar su indumentaria de rescate y recibió un juguete para morder y jugar en esta nueva etapa de su vida.
Los planes de retirada aún están por confirmarse, pero se cree que será trasladada al campo, fuera del ruido de la ciudad para ayudar a entrenar a una nueva generación de perros de búsqueda y rescate.
«Frida, misión cumplida con honores«, así la homenajeó Redondo.