- El secretario calificó la cifra como una buena noticia y destacó el compromiso de la industria con el medio ambiente.
En el marco del trabajo que está realizando la industria minera para hacer más sustentables sus operaciones, el ministro de la cartera, Baldo Prokurica, informó que las empresas de la gran minería del cobre han incorporado y licitado 13 TWh/año (13.000 Gwh/año) en energías renovables, hasta el momento.
La mayoría de estos contratos de energía comenzarán a regir entre el 2020 y el 2023, por lo que el 45% del consumo eléctrico de este sector en tres años más sería suministrado por fuentes renovables.
El secretario de Estado señaló que esta es “una muy buena noticia, porque estamos viendo el compromiso que han adoptado las empresas de cuidar el medio ambiente, utilizando Energías Renovables No Convencionales para poder efectuar sus operaciones. Sabemos que se está haciendo un gran esfuerzo y esperamos que el uso de energías limpias siga incrementándose con el paso del tiempo”.
La máxima autoridad de la industria puntualizó que en la actualidad los mayores contratos de suministro de ERNC son de las compañías mineras Escondida, Spence y Anglo American con 3 TWh/año, cada una.
Asimismo, el ministro Prokurica destacó el compromiso de la Empresa Nacional de Minería que en 2021 será una de las primeras empresas mineras que tendrá todo su consumo eléctrico garantizado por fuentes de energía limpia.
“Desde 2018, el suministro eléctrico de cuatro plantas de ENAMI está siendo aportado por la planta fotovoltaica El Romero Solar, producto del contrato firmado con ACCIONA Energía, y el próximo año alcanzará el 100% de uso de energías renovables, cuando se integren al sistema las instalaciones del Complejo Metalúrgico Paipote-Matta. De esta manera, se evitará la emisión a la atmósfera de más de 300.000 toneladas de CO2 equivalente en centrales térmicas, según el mix de generación del país”, detalló la autoridad.
Según estimaciones de Cochilco, el consumo eléctrico en la minería del cobre podría llegar a 33,1 TWh al 2030, lo que se explicaría por razones estructurales como el envejecimiento de las minas, caída en las leyes del mineral, decaimiento de los minerales oxidables, lo que conduce a una producción enfocada en concentrados, proceso altamente intensivo en electricidad.