El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dice que se siente muy bien después de haber contraído la covid-19 y describe la enfermedad como «una bendición de Dios».
Trump regresó al despacho oval el miércoles, dijeron las autoridades, menos de una semana después de dar positivo en un test.
Según su médico, Sean Conley, el mandatario no ha mostró síntomas de la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus en las últimas 24 horas y lleva cuatro días sin fiebre.
En un mensaje de video, Trump dijo el miércoles que todos los estadounidenses deberían tener accesoa los tratamientos que recibió.
Y prometió proporcionar el fármaco producido por Regeneron Pharmaceuticals, un coctel experimental de anticuerpos que le fue suministrado, de forma gratuita.
Sobre ello, aseguró que fue más «una cura» que una medida terapéutica, y añadió que ya hay cientos de miles de dosis del medicamento casi listas, a pesar de que no ha sido aprobado aún por los reguladores federales.
«Esta fue una bendición oculta. Me contagié, oí lo que podía hacer esta medicina, pedí que me dejaran tomarla y fue increíble», dijo, y agregó que buscaría una autorización de emergencia para la misma.
Trump aprovecho para culpar de nuevo a China por la pandemia.
«Ustedes no van a pagar por ello» dijo dirigiéndose a los estadounidenses.
«No fue su culpa que esto sucediera. Fue culpa de China. Y China va a pagar un alto precio por ello. Fue culpa de China».
Los partidarios de Trump dicen que el presidente ha dado una lección de liderazgo desde que salió del hospital, pero quienes lo critican creen que su comportamiento se ha vuelto cada vez más errático.
La Casa Blanca también ha establecido nuevas medidas de seguridad después de que Trump regresara del hospital y de que se conociera que otro de sus asistentes también había contraído la covid-19.
En total, hasta este miércoles se había confirmado que 16 personas cercanas a él habían resultado contagiadas.