El activista Joshua Wong, uno de los líderes del movimiento pro-democracia de Hong Kong, y otros dos líderes fueron detenidos este 23 de noviembre tras declararse «culpables» de convocar a manifestaciones de 2019.
Desde el año pasado, la excolonia británica ha vivido su peor crisis política desde su retrocesión a Pekín en 1997, con protestas casi diarias para denunciar la influencia de China en la región semiautónoma.
Joshua Wong, de 24 años, es juzgado junto con otros dos conocidos disidentes, Iván Lam, de 26 años, y Agnes Chow, de 23, por una manifestación celebrada frente a la sede de la policía de Hong Kong el 21 de junio de 2019, una decena de días después de que estallara el movimiento de protesta.
«Los tres decidimos declararnos culpables de todos los cargos de acusación», declaró Wong ante la prensa a su llegada al tribunal. Pese al alcance del movimiento de protesta, que se caracterizó por algunas manifestaciones de más de un millón de personas, el Ejecutivo hongkonés, alineado con Pekín, no hizo ninguna concesión importante de las que reclamaban los manifestantes.
Además, las autoridades respondieron con una fuerte represión. Los tres quedaron en detención provisoria. «Continuaremos luchando por la libertad, y ahora no es momento de bajar la cabeza frente a Pekín», añadió Wong, que en el verano de 2014 se convirtió en el rostro visible del «Movimiento de los paraguas».
«No nos arrepentimos», señaló por su parte Iván Lam. Durante su comparecencia, Wong se declaró culpable de incitar y organizar una concentración ilegal; Lam, de incitar esa manifestación y Chow, de incitar y participar en la protesta. Los manifestantes lanzaron huevos y pintaron grafitis en la sede de la policía y varias comisarías, reclamando una investigación independiente sobre la «violencia» cometida por las fuerzas de seguridad.
Jóvenes y ya veteranos de la resistencia ante el régimen pro-chino
Lam, Wong y Chow están siendo procesados por incitación, organización y participación en una concentración ilegal. Chow ya había anunciado su intención de declararse culpable, lo que podría significarle una pena menor. En caso de ser condenados, la condena podría ser hasta cinco años de cárcel.
A pesar de su juventud, Wong ya ha estado preso y es un veterano de la militancia política. Con 13 años participó en un movimiento de protesta contra una línea de alta velocidad para conectar Hong Kong con China continental.
En 2011 participó en la fundación de Scholarism, un grupo estudiantil que se puso al frente del combate -que se saldó en victoria- contra la introducción de clases de patriotismo chino. Con 15 años incluso llegó a hacer huelga de hambre bajo las ventanas del gobierno local.
Pero fue con su implicación en el «Movimiento de los Palabras» con lo que se dio a conocer en 2014. Además de un sufragio universal real, los manifestantes que ocuparon el centro de Hong Kong durante 79 días para exigir que China dejara de interferir en los asuntos de Hong Kong, un territorio que supuestamente debería gozar de su autonomía hasta 2047.
Pero seis años después de aquel movimiento, sus temores se materializaron con la ley sobre la seguridad nacional que Pekín impuso en Hong Kong el 30 de junio, las olas de arrestos, las restricciones a las libertades y el exilio de parte de la población. Wong está ahora en el centro de varios procesos judiciales. En 2019 presentó su candidatura para las elecciones locales y también lo hizo para las próximas legislativas, pero su petición no fue validada.
Además de su implicación en el movimiento de 2019, está siendo procesado por haber participado, en junio, en la tradicional vigilia anual en recuerdo de la represión de Tiananmen de 1989, que fue prohibida por primera vez, oficialmente a causa del coronavirus.
DW jov (afp, tagesschau24)