¿Cómo salvamos a las ballenas y otros animales marinos del plástico en el océano?
Nuestro nuevo análisis muestra que reducir la contaminación plástica puede prevenir la muerte de especies marinas queridas.
Se sabe que más de 700 especies marinas, incluida la mitad de los cetáceos del mundo (como ballenas y delfines), todas las tortugas marinas y un tercio de las aves marinas, ingieren plástico.
Cuando los animales comen plástico, esto puede bloquear su sistema digestivo, y provocar una muerte lenta y prolongada por inanición.
Los trozos afilados de plástico también pueden perforar la pared intestinal y causar infecciones y a veces la muerte. Tan solo una pieza de plástico ingerida puede matar a un animal.
Aproximadamente ocho millones de toneladas de plástico ingresan al océano cada año, por lo que resolver el problema puede parecer abrumador.
¿Cómo reducimos el daño que causa todo este plástico en las ballenas y otros animales marinos?
Como un hospital abrumado de pacientes, hacemos un triaje (o protocolo de intervención).
Al identificar los elementos que son mortales para las especies más vulnerables, podemos aplicar soluciones que se centren en estos elementos más mortales.
Algunos plásticos son más peligrosos que otros
En 2016, expertos identificaron cuatro elementos principales que consideraron más letales para la vida silvestre: desechos de la pesca, bolsas de plástico, globos y utensilios de plástico.
Pusimos a prueba las predicciones de estos expertos evaluando datos de 76 trabajos de investigación publicados, que incluyen 1.328 animales marinos (132 cetáceos, 20 focas y leones marinos, 515 tortugas marinas y 658 aves marinas) de 80 especies.
Examinamos qué elementos causaron el mayor número de muertes en cada grupo, y también la «letalidad» de cada elemento (cuántas muertes por interacción).
Descubrimos que los expertos acertaron en tres de los cuatro elementos.
Los plásticos flexibles, como hojas de plástico, bolsas y embalajes, pueden causar obstrucción intestinal y fueron responsables de la mayor cantidad de muertes en todos los grupos de animales.
Estos tipos de plástico causaron la mayor cantidad de muertes en cetáceos y tortugas marinas.
Los desechos de la pesca, como redes, líneas y aparejos, causaron muertes en animales más grandes, particularmente focas y leones marinos.
Las tortugas y ballenas que comen desechos pueden tener dificultades para nadar, lo que puede aumentar el riesgo de ser golpeadas por barcos o botes.
Por el contrario, las focas y los leones marinos no comen mucho plástico, pero pueden morir por comer restos de pesca.
Mientras tanto, globos, cuerdas y caucho resultaron ser mortales para la fauna más pequeña. Y los plásticos duros causaron la mayor cantidad de muertes entre las aves marinas.
Caucho, desechos de la pesca, metal y látex (incluidos los globos) fueron los más letales para los pájaros, con la mayor probabilidad de causar la muerte por cada ingesta registrada.
¿Cuál es la solución?
La forma más rentable de reducir las muertes de megafauna marina por ingestión de plástico es apuntar a los elementos más letales y priorizar su reducción en el medio ambiente.
También es inteligente enfocarse en artículos de plástico grandes, ya que estos pueden romperse en pedazos más pequeños.
Los fragmentos de pequeños escombros, como los microplásticos y las fibras, son menos prioritarios, ya que provocan significativamente menos muertes en la megafauna y son más difíciles de gestionar.
Los plásticos flexibles, incluidas las bolsas de plástico y los envases, se encuentran entre los diez elementos más comunes en los sondeos globales sobre desechos marinos.
Ya se ha demostrado que las prohibiciones del uso bolsas de plástico y la inclusión de tarifas por su uso reducen la cantidad as bolsas tiradas al medio ambiente.
Mejorar el método para deshacerse de ellas a nivel local y crear soluciones para que puedan reciclarse y aumentar su vida útil pueden también ayudar a reducir la cantidad de basura plástica.
Los aparejos de pesca perdidos son particularmente letales. Las pesquerías tienen altas tasas de pérdida de sus materiales: el 5,7% de todas las redes y el 29% de todas las líneas se pierden anualmente en la pesca comercial.
La introducción de estándares mínimos en equipos resistentes o de mayor calidad puede reducir las pérdidas.
Otras medidas pueden contribuir, incluidas:
- incentivar la reparación de los equipos de pesca, y crear sitios en los puertos para desechar redes dañadas
- penalizar o prohibir actividades pesqueras de alto riesgo, donde perder equipos es factible
- y hacer cumplir las sanciones asociadas con verter basura
Divulgar información y educar a los pescadores recreativos para destacar los efectos nocivos de los equipos de pesca también podría resultar beneficioso.
Los globos, el látex y el caucho son raros en el entorno marino, pero son desproporcionadamente letales, especialmente para las tortugas y las aves marinas.
Prevenir la liberación intencional de globos y su liberación accidental durante eventos y celebraciones requeriría legislación y un cambio en la voluntad pública.
Se sabe que la combinación del cambio de políticas con campañas para genera un cambio de comportamiento es la más eficaz para reducir la basura en las costas de Australia.
Reducir la cantidad de hojas plásticas, desechos de la pesca y globos de látex que ingresan en el medioambiente tendría probablemente el mejor resultado para reducir directamente la mortalidad de la megafauna marina.
*Este artículo fue publicado en The Conversation y reproducido aquí bajo la licencia Creative Commons. Haz clic aquí si quieres leer la versión original (en inglés).
*Lauren Roman es investigadora de posdoctorado, Océanos y Atmósfera, CSIRO(Organización de Investigación Científica e Industrial del Commonwealth), Britta Denise Hardesty es científica principal de investigación, Océanos y Atmósfera, CSIRO, Chris Wilcox es investigador y científico principal, Océanos y Atmósfera, CSIRO, Qamar Schuyler es científico de investigación, Océanos y Atmósfera, CSIRO.
- Laura Roman, Britta Denise Hardesty y otros
- The Conversation*