Según sondeos, el partido de Benjamín Netanyahu, el Likud obtendría entre 27 y 30 escaños de los 120 que tiene la Knéset.
Miles de israelíes se manifestaron este sábado (20.03.2021) por la noche en Jerusalén para reclamar la dimisión de Benjamín Netanyahu frente a la residencia oficial del primer ministro saliente, candidato en las elecciones legislativas del martes.
Desde junio de 2020, las manifestaciones contra el primer ministro, que lleva 12 años ininterrumpidos en el cargo, son frecuentes. Netanyahu, de 71 años, está además inculpado de corrupción en tres casos, aunque él defiende su inocencia.
La policía instó a los habitantes de Jerusalén a mantenerse alejados del lugar de la manifestación y de las calles aledañas.
La campaña electoral para las elecciones legislativas del martes, las cuartas en menos de dos años, coincidió con un intenso programa de vacunación contra COVID-19, del que el primer ministro saliente se sirvió para reivindicar su valía ante el electorado.
Según los sondeos, el partido de Netanyahu, el Likud (derecha) obtendría entre 27 y 30 escaños del total de 120 que tiene la Knéset, el Parlamento israelí. De este modo, quedaría en primer puesto pero no tendría votos suficientes para alcanzar la mayoría necesaria para formar un gobierno de coalición con sus aliados (61 diputados).
Más de 20.000 personas se concentraron hoy en la Ciudad Santa para pedir la renuncia del jefe de Gobierno por su procesamiento por corrupción, en la protesta más concurrida desde que comenzaron en julio pasado, según el diario Haaretz. Las marchas se suceden cada sábado desde entonces, pero últimamente se habían ido desinflando.
Los organizadores intentaron movilizar hoy al máximo posible de gente para marcar de nuevo un pulso al primer ministro, y aseguraron que se alcanzó una asistencia de 50.000 personas.
Más de 20.000 personas se concentraron hoy en la Ciudad Santa para pedir la renuncia del jefe de Gobierno.
Netanyahu tratará de revalidad el cargo
Parte de los manifestantes marcharon desde las afueras de Jerusalén hasta la residencia del primer ministro, mientras que otros vinieron del resto del país en un convoy de coches. Asimismo, como ya suele ser habitual cada sábado, también hubo protestas en otras localidades, rotondas y puentes de distintos puntos de Israel.
Netanyahu tratará de revalidar el cargo este 23 de marzo, en los cuartos comicios generales que Israel celebra en menos de dos años.
Las encuestas prevén que su partido, el derechista Likud, sea la primera fuerza, pero no obtendría suficientes escaños junto a sus aliados para tener una mayoría clara con la que formar Gobierno.
Ante ello, se augura una compleja negociación entre partidos para intentar la formación de un próximo Ejecutivo. Según los sondeos, el heterogéneo bloque de formaciones contrarias a Netanyahu tampoco tiene una mayoría suficiente de 61 escaños en un Parlamento de 120.
Las movilizaciones contra Netanyahu, lideradas por miembros de la sociedad civil e independientes de los partidos, se generalizaron el pasado verano, cuando muchos salieron a protestar contra la gestión de la COVID-19 por parte del Gobierno.
También exigen la dimisión del primer ministro, acusado de fraude, abuso de confianza y cohecho en tres casos separados por los que es juzgado. Su procesamiento judicial se retomará a principios de abril.
La manifestación de hoy se produce mientras Israel sigue con su vuelta a una relativa normalidad debido a la pandemia.
El país comenzó su reapertura en febrero, tras un tercer cierre de seis semanas, e intenta volver a la vida cotidiana a medida que baja su tasa de morbilidad, tras una rápida campaña de vacunación con la que ya inoculó por completo a más de 4,5 millones de personas, en torno a la mitad de su población.
mg (efe, afp)