La Conmebol designó este lunes a Brasil como sede de la Copa América de fútbol tras semanas de incertidumbre en las que le retiraron la organización del torneo a Colombia y Argentina, anfitriones iniciales de la competición.
«¡La CONMEBOL @CopaAmerica 2021 se jugará en Brasil! Las fechas de inicio y finalización del torneo están confirmadas. Las sedes y el fixture serán informados por la CONMEBOL en las próximas horas», dijo el organismo rector del fútbol sudamericano en su cuenta de Twitter.
«La CONMEBOL agradece al Presidente @jairbolsonaro y su equipo, así como a la Confederación Brasileña de Fútbol @CBF_Futebol por abrir las puertas de ese país al que es hoy en día el evento deportivo más seguro del mundo», agregó.
Horas después de este anuncio, el ministro brasileño de la Casa Civil, Luiz Eduardo Ramos, aseguró que «el certamen no está asegurado».
«Todavía no hay nada definido, quiero hablar con mucha claridad. Estamos en medio del proceso. No queremos rechazar un pedido si podemos satisfacerlo», declaró el funcionario, quien explicó que la decisión final se conocerá este martes.
Según Ramos, fue la Confederación Brasileña de Fútbol la que dio el visto bueno a la disputa del torneo, no el gobierno nacional.
El anuncio de que Brasil acogerá el torneo ha causado gran polémica, por el temor de que contribuya a que se agrave la pandemia de coronavirus, que ha dejado más de 400.000 muertos y 16 millones de contagios en el país.
La competencia de selecciones más importante del continente se iba a disputar por primera vez en dos sedes, Argentina y Colombia, pero la ola de contagios por coronavirus hizo descartar a Argentina, al igual que pasó días atrás con Colombia por las protestas sociales que vive el país desde hace más de un mes.
Brasil ya organizó y ganó la Copa América en 2019.
«Momento de estabilidad»
Antes de que el ministro Ramos pusiera en duda la celebración del torneo, el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, aseguró: «El gobierno de Brasil demostró agilidad y capacidad de decisión en un momento fundamental para el fútbol sudamericano».
Y agregó que «Brasil vive un momento de estabilidad, tiene comprobada infraestructura y experiencia acumulada y reciente para organizar una competición de esta magnitud».
Además de los contagios y muertes, el plan de vacunación en Brasil está aún retrasado y el sábado hubo una masiva protesta en todo el país contra la gestión de Bolsonaro.
El vicepresidente del país, Hamilton Mourao, dijo este lunes que no espera manifestaciones durante la competición y que Brasil es una elección «menos arriesgada» que Argentina. No se espera que haya público en los estadios, por lo que el riesgo disminuye, agregó.
Pese a los problemas en Colombia y Argentina, la Conmebol no quiere cancelar el torneo, que en su edición de 2019 en Brasil generó ingresos de US$118 millones.