Entre 1863 y 1998, se calcula que más de 150.000 menores fueron arrancados de sus hogares e internados en estos colegios en los que no se les permitía hablar su idioma y sufrieron maltratos y abusos
“La gente está sufriendo y debemos estar ahí para los sobrevivientes”, ha dicho según recoge la televisión pública canadiense, CBC. “Lamentablemente, esto no es una excepción o un incidente aislado. No nos vamos a esconder de eso. Tenemos que reconocer la verdad. Las escuelas residenciales fueron una realidad, una tragedia que existió aquí, en nuestro país, y tenemos que reconocerlo”, ha añadido.
Por su parte, organizaciones están exigiendo acciones concretas gubernamentales y una investigación de todos estos centros. De hecho, el líder de la Asamblea de las Primeras Naciones, Perry Bellegarde, ha tildado este caso de “genocidio” .
“He dicho antes que el sistema de escuelas residenciales fue un genocidio contra las personas de las Primeras Naciones, los pueblos indígenas”, aseguró Bellegarde al diario canadiense “The Globe and Mail”.
Este tipo de escuelas se crearon en los siglos XIX y XX para asimilar de forma forzosa a los jóvenes indios y estaban financiadas por el Estado y gestionadas por organizaciones religiosas.
La de Kamloops era la más grande del país, abierta en 1890 bajo una administración católica, y acogía a unos 500 estudiantes en su momento álgido, en la década de 1950. En 1969 el Gobierno federal asumió su gestión y la convirtió en residencia estudiantil y así funcionó hasta su cierre, en 1978.
Entre 1863 y 1998 se calcula que más de 150.000 menores indígenas fueron arrancados de sus hogares e internados en estos colegios en los que no se les permitía hablar su idioma o manifestar su cultura y donde eran frecuentes maltratos y abusos.
Una comisión de investigación concluyó en 2015 que muchos de los menores no regresaron jamás a sus comunidades y reconoció así un “genocidio cultural”.
El Proyecto Niños Perdidos ha identificado hasta el momento a más de 4.100 menores fallecidos durante su estancia en los internados y muchos de ellos fueron sepultados en los propios recintos escolares.
Por su parte, el socialdemócrata Nuevo Partido Democrático (NPD) pidió hoy un debate de emergencia en la Cámara de los Comunes para tratar el hallazgo de los restos de 215 niños indígenas en la localidad de Kamloops, en el oeste de Canadá, petición que fue secundada por el principal grupo de la oposición, el Partido Conservador.
El líder del NPD, Jagmeet Singh, que tuvo que parar en varias ocasiones la rueda de prensa para controlar sus emociones, declaró que “no es suficiente que el Gobierno federal del Partido Liberal simplemente haga gestos simbólicos. Hay muchas otras (fosas comunes) que tienen que ser halladas. Las comunidades indígenas se merecen justicia y que cada lugar se desvelado”.