La ciudad de Zhengzhou ha sido la más afectada: recibió en tres días el agua que suele caer en un año. Los grados de destrucción son enormes. Hay 25 muertos y siete personas desaparecidas.
El presidente de China, Xi Jinping, calificó este miércoles (21.07.2021) como «extremadamente grave” la situación en Zhengzhou, la ciudad más afectada por las inéditas lluvias que han azotado al centro del país. El mandatario sostuvo que las medidas de control de las inundaciones entraron en una «fase crítica”, según reportes de distintos medios estatales.
«Algunos embalses han visto reventadas sus represas (…) causando graves lesiones, pérdidas de vidas y daños materiales», dijo Xi, según la cadena estatal CCTV. Unas 200.000 personas han sido evacuadas de Zhengzhou, que tiene más de 10 millones de habitantes, donde cayó en solo tres días el agua que normalmente cae en todo un año. Se trata de las precipitaciones más fuertes que han golpeado la región desde que se registran los datos, hace 60 años.
El ejército chino dijo que había evitado el colapso de la represa de Yihetan, situada a una hora de la ciudad de Zhengzhou, gracias a que realizó operaciones de voladura que permitieron a las tropas abrir «con éxito una nueva abertura de desviación de la inundación”. Estas medidas permitieron que el nivel del agua bajara y que el «peligro haya sido efectivamente controlado».
Templo de Shaolín, dañado
Las autoridades reconocen la muerte de 25 personas, a la vez que reportaron la desaparición de otras siete. El nivel de daño y destrucción forzó a los responsables a decretar el nivel más alto de alerta en la provincia de Henan, donde se han registrado deslizamientos de tierra que bloquean muchas carreteras, pueblos evacuados, lugares turísticos cerrados y grandes zonas incomunicadas.
Además, el organismo encargado del patrimonio cultural advirtió que algunos lugares habían sufrido daños por el agua, entre ellos el templo de Shaolín -un famoso monasterio y escuela de artes marciales- y las Grutas de Longmen, un sitio del patrimonio de la Unesco con tallas budistas en piedra que se remontan al siglo V. Funcionarios señalaron que «las principales reliquias culturales protegidas sufrieron diversos grados de daños por el agua”, pero que ya estaban a salvo.
Según los científicos, el cambio climático está empeorando las inundaciones y otros fenómenos meteorológicos extremos en todo el mundo y este caso sería un ejemplo más de ello.
DZC (AFP, EFE)