El avance imparable de los talibanes durante el fin de semana ha llevado al grupo insurgente a las puertas de Kabul, la capital afgana, donde «no planea entrar a la fuerza», según un comunicado hecho por el Talibán.
Tras tomar el control de casi la totalidad del país, los talibanes han ordenado a sus combatientes que se abstengan de protagonizar incidente violentos y permitan el paso seguro a cualquiera que quiera irse mientras negocian con el actual gobierno una transición de poder.
Un portavoz de los talibanes le dijo a Yalda Hakim que en la captura de Kabul «no habrá venganza» contra el pueblo afgano.
«Le aseguramos a la gente en Afganistán, particularmente en la ciudad de Kabul, que sus propiedades y sus vidas están a salvo, no habrá venganza contra nadie«, dijo Suhail Shaheen a la BBC.
«Somos los servidores del pueblo y de este país».»Nuestro líderes han dado instrucciones a nuestras fuerzas para que permanezcan a las puerta de Kabul, sin entrar en la ciudad. Estamos esperando una transferencia pacífica del poder», añadió.
Avance sin resistencia
Todos los informes apuntan a que los militantes encontraron poca resistencia en su avance hacia la capital en el que fue clave la caída de la ciudad oriental de Jalalabad y ahora esperan a las puertas de Kabul.
La ofensiva talibán se produce en medio de la retirada de las tropas estadounidenses y extranjeras después de 20 años de operaciones militares que no esperaban el rápido colapso de las fuerzas gubernamentales.
Los talibanes fueron derrocados del poder en 2001, tras una incursión militar liderada por Estados Unidos, pero poco a poco el grupo islamista ha ido retomando fuerza a lo largo y ancho de Afganistán.
La ONU pidió a los países vecinos de Afganistán que mantengan sus fronteras abiertas a medida que aumenta el número de civiles que se desplazan en el territorio.
Los talibanes controlan ahora todas las carreteras que llevan a Pakistán, el país vecino que ya alberga a más de tres millones de refugiados afganos.
El ejército afgano no pudo contener la rápida ofensiva y en este contexto, el ministro del Interior afgano en funciones apareció en un video, transmitido por el medio local Tolo TV, diciendo que habría una «transferencia pacífica del poder» a un gobierno de transición. Y recalcó que Kabul no sería atacada.
Sin embargo, las calles de la capital han sido testigos del pánico y el miedo de la población que trata de escapar por diversas vias.
Se han formado largas colas de coches a medida que la gente intenta encontrar una salida de la ciudad.
También se han visto largas colas en los bancos de personas que intentan retirar sus ahorros.
«Desde mi casa veo como la gente trata de huir», describió para BBC la diputada afgana Farzana Kochai.
Un colega le dijo al periodista de la BBC Ethirajan Anbarasan que algunas oficinas gubernamentales ya han sido evacuadas y que se habían cerrado multitud de tiendas.
Varios países, entre ellos Estados Unidos, Italia o Reino Unido, ha intensificado los esfuerzos de evacuación de los miembros del personal de su embajada.
De hecho, el gobierno de EE.UU. confirmó el cierre de su embajada en Kabul una vez haya terminado la evacuación de su personal.
Análisis de Ethirajan Anbarasan, BBC World Service
Los talibanes están preparados para tomar Kabul.
A estas alturas es posible que muchos de sus combatientes se hayan infiltrado o también estén viviendo dentro de la ciudad.
Pero son conscientes de que cualquier batalla por Kabul dejará un gran número de víctimas civiles y quieren enviar un mensaje a la comunidad internacional de que los talibanes 2.0 son diferentes de su anterior versión.
En su avance hacia la capital, han dejado pasar a la mayoría de los soldados y funcionarios gubernamentales que se han rendido en otras provincias.
Su guerra psicológica contra las fuerzas de seguridad afganas ha funcionado hasta ahora: varias provincias se han rendido sin ningún tipo de oposición.
En Kabul podrían hacer lo mismo dejando a las naciones occidentales que evacuen a sus ciudadanos sin problemas.
Y no sería sorprendente que algunos líderes talibanes locales intenten conseguir otra victoria propagandística en los próximos días supervisando las evacuaciones de Estados Unidos y Reino Unido.
Avance relámpago
Los militantes talibanes han tomado el control de todas las principales ciudades afganas, excepto Kabul, después de un rápido avance por el país.
BBC recapitula cómo lo hicieron tan rápido:
- Abril: el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, anuncia que las tropas estadounidenses se retirarán de Afganistán a partir de mayo en una operación que finalizará el 11 de septiembre, lo que pondrá fin a la guerra más larga de Estados Unidos.
- Mayo: Los talibanes lanzan una gran ofensiva contra las fuerzas afganas en la provincia meridional de Helmand y atacan en otras provincias.
- Junio: el enviado de la ONU a Afganistán dice que los talibanes han tomado más de 50 de los 370 distritos. Los talibanes lanzan una serie de ataques en el norte, lejos de sus bastiones tradicionales en el sur
- 21 de julio: según un alto general estadounidense, a finales de julio los talibanes controlan aproximadamente la mitad de los distritos del país.
- 6 de agosto: Los militantes capturan Zaranj en el sur, la primera capital provincial en caer en un año.
- 13 de agosto: cuatro capitales provinciales más caen en un día, incluida Kandahar, la segunda ciudad del país.
- 14 de agosto: los talibanes toman la principal ciudad septentrional de Mazar-i-Sharif.
- 15 de agosto: capturan la ciudad oriental clave de Jalalabad sin luchar y se colocan a las puertas de Kabul.
EE.UU.:»Nuestro objetivo se cumplió»
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, le dijo a la cadena CNN que lo que ocurre en Afganistán es que el ejército local no fue capaz de defender su propio territorio.
«Como hemos comentado antes, estábamos en Afganistán con un propósito primordial: lidiar con las personas que nos atacaron el 11 de septiembre (de 2001)», señaló Blinken.
Varias cuestionamientos han surgido hacia el gobierno de EE.UU., que dispuso la salida de sus tropas país a principios de este año, lo que ha sido señalado por varios analistas como el origen del avance talibán.
Sin embargo, Blinken defendió la salida de Afganistán y señaló que EE.UU. logró los objetivos de llevar a Osama bin Laden ante la justicia y disminuir las capacidades del grupo terrorista Al Qaeda.
«En los términos en los que fuimos a Afganistán en primer lugar, hemos logrado nuestros objetivos«, agregó.
Y declaró que la idea de que el status quo podría haberse mantenido manteniendo con la presencia militar en Afganistán «creo que es simplemente incorrecta».
Finalmente Blinken explicó que los ataques de los talibanes contra Estados Unidos se habrían incrementado después del 1 de mayo y que «la ofensiva que está viendo ahora en todo el país para retomar estas capitales de provincia habría comenzado» independientemente de la presencia estadounidense.