Los guardacostas contaron 539 personas, muchos de ellos mujeres y niños.
Eran migrantes que viajaron desde Libia en su intento por obtener asilo en Europa.
Las autoridades italianas informaron que el barco estaba a la deriva frente a la isla de Lampedusa. Algunos de los rescatados mostraban signos de violencia.
Según la doctora Alida Serrachieri, del grupo humanitario Médicos Sin Fronteras (MSF), varios parecían haber sido agredidos físicamente en Libia.
El alcalde de Lampedusa, Toto Martello, describió el rescate como «uno de los mayores desembarcos de los últimos tiempos» en un solo día.
Lampedusa es uno de los principales puertos de personas que desean establecerse en Europa.
La isla tiene un campamento que fue diseñado originalmente para albergar a menos de 300 personas.
Pero actualmente hay más de cinco veces ese número. Muchos más están afuera del lugar, en un camino polvoriento.
Desafortunadamente para los migrantes, la mayoría procede de países que no califican para el asilo.