El doble medallista de oro James Brown subió al avión en el aeropuerto de la ciudad de Londres en octubre de 2019 para manifestarse contra los daños causados por los vuelos.
En julio fue declarado culpable, en el Tribunal de la Corona de Southwark, de causar molestias públicas y ahora ha sido condenado a 12 meses de prisión, de los cuales cumplirá la mitad.
Su abogado aseguró que la sentencia era un «juicio peligroso para nuestro derecho a la libertad de expresión y nuestro derecho a protestar» y que Brown apelaría contra ella.
Extinction Rebellion, organización que una primera sentencia de prisión, dijo que estaba «conmocionado y devastado».
Brown, nacido en Irlanda del Norte, que compitió por Gran Bretaña en ciclismo y atletismo y representó a Irlanda en esquí de fondo, pegó una mano al avión antes de encajar su teléfono móvil en una puerta para evitar que se cerrara.
Pasó una hora en el avión, transmitiendo en vivo su protesta en Facebook, antes de que los bomberos lo sacaran.
Los fiscales informaron que causó molestias a más de 300 pasajeros, lo que le costó a la aerolínea 40 mil libras esterlinas (56 mil 460 dólares).
Brown, de 56 años, de Exeter, afirmó que tenía que hacer «algo espectacular» para llamar la atención sobre la crisis climática y dijo que se estaba manifestando contra la «inacción del gobierno» sobre el cambio climático y ecológico.
El juez Gregory Perrins dijo a Brown: «El derecho a protestar no te permite causar una interrupción generalizada importante en un aeropuerto importante… simplemente porque crees que es lo correcto».
“Este es un caso en el que actuaste junto con al menos otros 10 activistas para planificar y ejecutar un acto importante de interrupción.
“Tenías la intención de causar la mayor cantidad de interrupciones posibles en el aeropuerto, si no es que cerrarlo por completo.
Continuó: “Usaste cínicamente tu discapacidad para poner en práctica tu plan”.
Al dar evidencia durante el juicio, Brown lloró cuando dijo a los miembros del jurado: «Estaba dispuesto a desafiarme a mí mismo, a tener miedo, a enfrentar el miedo, porque el miedo al colapso ecológico climático es mucho mayor».
En un emotivo discurso, Brown, casado y padre de cuatro hijos, que dirige una organización benéfica, declaró: “Mi protesta, el propósito que espero sea claro, mi motivación fue maximizar la atención de los medios a la crisis climática, que en ese momento apenas recibía cobertura».
Tim Maloney, defensor de Brown en su audiencia de sentencia, dijo: «Ha expresado su intención de no volver a involucrarse en protestas ilegales».
Maloney recordó que Brown era profesor de matemáticas y trabajaba en servicios para niños discapacitados.
También construyó un centro de conferencias para satisfacer las necesidades de las personas con discapacidad y creó una empresa que ofrece instalaciones en festivales y eventos para personas con discapacidad.
El abogado Raj Chada, que trabaja para Extinction Rebellion, señaló: “Nos sorprende que James haya sido sentenciado a 12 meses de prisión.
“James, ciego registrado y paralímpico ganador de oro en cinco juegos [paralímpicos], no debería estar en prisión por participar en esta protesta.
“Este es un juicio peligroso para nuestro derecho a la libertad de expresión, nuestro derecho a protestar y para quienes hacen campaña sobre cuestiones ambientales. Apelaremos esta sentencia».
Alanna Byrne, de Extinction Rebellion UK, declaró: “Estamos conmocionados y devastados por esta noticia.
“Como nación anfitriona de la COP26, esta criminalización de los manifestantes pacíficos, cuando estamos tan claramente en camino al colapso de la civilización, deja en claro la falta de compromiso de nuestro gobierno con las negociaciones internacionales de noviembre.
«Esperamos que el coraje de James le dé a la gente motivos para cuestionar las acciones de un gobierno que prefiere encerrar al mensajero que escuchar el llamado a la acción».
