¿Cuáles son las formas de gobierno en las que nuestro país podría transitar? ¿Hay algún modelo comparado para entender estos sistemas? ¿Cuáles son los pro y los contra de abandonar el presidencialismo que nos rige hoy?
Estas son algunas de las preguntas que sustentaron el Seminario sobre “Forma de Gobierno en la Nueva Constitución” –organizado por el Centro de Estudios del Desarrollo, en conjunto con la Fundación Konrad Adenauer-, en el que participaron como expositores, Felipe Harboe, abogado y constituyente por el distrito 19; Claudia Sarmiento, abogada, académica de la Universidad Adolfo Ibáñez e integrante del Directorio del CED; y Claudio Alvarado, abogado, académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile y Director Ejecutivo de IES Chile.
La instancia partió con la exposición Felipe Harboe, quien realizó un breve recorrido por la historia de nuestro país, remontándose a 1833, cuando se redactó la Constitución tras el triunfo conservador de la Guerra Civil de 1829-1830, argumentando que desde allí ya existía una “natural inclinación por el presidencialismo”.
Ante la definición de “régimen político”, Harboe explicó que frente a “cómo se construye y cómo se logra ordenar una sociedad, debemos tener en cuenta: la relación ejecutivo- legislativo; el origen presidencial; el régimen de partidos; el sistema electoral; la resolución de controversias interinstitucionales; la distribución del poder electoral; y mecanismos de participación ciudadana.
Y en ese sentido, el abogado hizo un análisis del actual régimen político: “Tenemos en Chile un sistema mayoritario uninominal, por lo tanto, la pregunta es: ¿conviene mantener el sistema de “segunda vuelta” entregado a la ciudadanía? ¿Vamos a crear un régimen político integral para crear mayor estabilidad y obligar a coaliciones que le den mayoría a presidentes que han de ser elegidos? ¿o que la segunda vuelta sea por ratificación parlamentaria?
En la misma línea, Claudio Alvarado, coincidió en que “urge terminar con la dinámica conflictiva, el bloqueo entre el ejecutivo y el legislativo, mediante modificaciones institucionales que ayudan a dar respuestas eficaces ante las demandas sociales y ciudadanas”. Y agregó que “parte del malestar social adyacente, tiene que ver con un sistema político incapaz de procesar y canalizar a tiempo las demandas ciudadanas”.
Desde ese ángulo, Alvarado insistió en que “es fundamental fortalecer tanto la función ejecutiva como la responsabilidad del congreso en la misma”. Y añadió que es importante “revitalizar la regla de la mayoría, pero al mismo tiempo recordar que la deliberación democrática también supone ciertos límites, cierto respeto a las minorías”.
En cuanto al régimen de gobierno, el director ejecutivo de IES Chile, explicó que “es fundamental que la reflexión en torno al régimen de gobierno sea muy cara a cara con la crisis que ha explotado en el país. Aquí no basta implantar tal o cual esquema extranjero para asegurar un buen funcionamiento”.
“Un cambio del régimen político como el que se ha planteado de transitar a un parlamentarismo o a un híbrido semipresidencialismo, podría terminar siendo un remedio peor que la enfermedad, pero no por una visión abstracta respecto al presidencialismo, sino por una preocupación concreta respecto a la naturaleza de la crisis que explotó en octubre de 2019”, continuó el abogado.
Por último, expuso la abogada y académica Claudia Sarmiento, quien analizó los pro y los contra de todos los esquemas como forma de gobierno. En ese sentido, manifestó que “el poder que ejerce el Presidente de la República sobre el congreso, sobre el aparato estatal completo, es realmente determinante; y eso tiene un sinfín de consecuencias que no deberían ser soslayadas en un debate acerca de un modelo de gobierno”.
Sarmiento continuó explicando que “la figura del congreso, frente a este Presidente “todopoderoso” es a ratos de una comodidad absoluta. Los parlamentarios no tienen necesariamente ninguna consecuencia a partir de actuar de forma irresponsable. Un buen ejemplo, es lo que está pasando con los retiros de fondos de pensiones”.
“Lo han dicho los parlamentarios: hubo una especificidad del gasto fiscal que fue `solucionado´ a partir de esta política del congreso de los retiros, pero lo cierto es que esto está generando perjuicios reales en el mercado capital y en el sistema de pensiones en general. ¿Hay alguna consecuencia para esos parlamentarios al respecto? No necesariamente. El congreso no tiene la necesidad de comportarse de una forma responsable, porque asume y descansa en que la figura de gobierno -que es el Presidente- tenga que hacerse cargo de todo aquello. No tienen ninguna responsabilidad en el gasto, no tienen ninguna responsabilidad económica”, argumentó la abogada e integrante del directorio del CED.
“Este es un buen momento para ponerse a pensar en un sistema distinto. Para hacerlo con responsabilidad, de forma situada, evidentemente. Pero creo que el sistema presidencial -al menos el que tenemos hoy- debería ser superado (…) Me parece que el régimen semipresidencialista tiene interesantes alternativas, hay que analizarlo y hay que ver las propuestas concretas al respecto”, cerró Claudia Sarmiento.