«Me llamo Cleo». La niña, cogida en brazos por un policía, responde con susurros a un oficial que le pregunta por tercera vez su nombre. En el vídeo grabado por los agentes apenas se escuchan con nitidez las palabras de la niña de cuatro años que llevaba desaparecida 18 días. «Te llevaremos a ver a tu mamá y a tu papá», le dice el oficial. La niña sonríe y se agarra con fuerza a la cazadora de uno de los hombres que la ha rescatado de un secuestro.
Pasada la medianoche del miércoles, la policía australiana derribó la puerta de Carnarvon, una pequeña ciudad costera al oeste de Australia. Allí dentro estaba Cleo Smith, la niña que había desaparecido en un camping a 48 kilómetros al norte de Carnarvon. «Nuestra familia está completa de nuevo», escribió en Instagram la madre de Ellie Smith, quien ha estado publicando sin parar carteles y vídeos suplicando entre lágrimas ayuda para encontrar a su hija.
La desaparición de la pequeña Cleo provocó un gran revuelo mediático en Australia. Tanto que el caso se comparó con el de la menor británica Madeleine McCann, que desapareció en 2007 en Praia da Luz (Portugal) cuando se encontraba de vacaciones con sus padres.
«Estábamos buscando una aguja en un pajar y la encontramos», dijo el miércoles el subcomisionado de policía Col Blanch en una entrevista con una radio local. «Obviamente teníamos preocupaciones reales por el bienestar de Cleo. Y a medida que pasaba el tiempo, empeoraron. Ha sido simplemente increíble el final feliz de esta historia»,sentenció Blanch.
En el operativo de rescate, un hombre de 36 años ha sido detenido. Apenas han transcendido más datos salvo que no tenía ninguna conexión con la familia y que era un sospechoso «conocido por la policía».
«No estaba en la casa en el momento de la redada y no hay ningún otro sospechoso más que esté involucrado en la desaparición de Cleo», apuntó Blanch. La casa donde fue encontrada la niña se encontraba a poca distancia de la residencia familiar en la que los angustiados padres de Cleo habían seguido la investigación policial desde la desaparición de su hija el 16 de octubre.
Cleo, su madre, su padrastro y su hermana mayor, habían acampado con una tienda y sacos de dormir en el aislado camping Blowholes, situado justo detrás de una playa y rodeado de dunas. Ellie, la madre, relató a los agentes que Cleo se había despertado a la 1.30 horas de la madrugada para pedir un poco de agua antes de seguir durmiendo. Cuando Ellie se despertó de nuevo a las 6.00 horas, Cleo ya no estaba dentro de la tienda.
La policía llegó rápido al camping. Varios drones y hasta un helicóptero sobrevolaron toda la zona hasta un paseo de la costa donde las olas rompen contra los acantilados. «Cuando no la habíamos encontrado en las primeras dos horas, automáticamente pensamos que se la habían llevado»,dijo uno de los agentes que participaban en el operativo de búsqueda. El saco de dormir de Cleo tampoco había aparecido y la cremallera de la tienda estaba a tal altura que la policía supuso que había sido secuestrada.
Menos de una semana después de la búsqueda, el gobierno de Australia Occidental ofreció una recompensa de 1 millón de dólares australianos (650.000 euros) por pistas que condujera hasta Cleo. Llegaron muchas. La policía recibió en pocos días más de 200 informes sobre posibles avistamientos de la niña.
1.000 LLAMADAS, PRUEBAS Y REDES SOCIALES
Una de las pocas pistas provino de testigos que informaron haber visto un automóvil que se dirigía hacia el sur por la carretera principal desde el campamento hasta Carnarvon alrededor de las 3.00 horas de la madrugada del día en el que Cleo desapareció.
Los investigadores visualizaron e investigaron muchas horas de imágenes de CCTV de algunas ubicaciones de las que habían recibido informes. También revisaron cientos de bolsas de basura recolectadas de contenedores al lado de la carretera al norte y al sur del campamento y visitaron varios hogares en el área de Carnarvon, buscando cualquier señal de la niña.
A lo largo de las más de dos semanas de investigación, la policía dijo que no tenía sospechosos y descartó repetidamente que la familia de Cleo estuviera involucrada en su desaparición.
Además del trabajo policial, por redes sociales, sobre todo en Facebook, se movilizaron miles de voluntarios que imprimieron más de 50.000 carteles y folletos por todo el estado de Australia Occidental, donde está el camping y donde vive la familia Smith.
Durante 18 días, la policía reunió una gran cantidad de pruebas, incluidas entrevistas, imágenes de CCTV, datos telefónicos y 1.000 llamadas de personas que ofrecían información que, una vez analizada, apuntaba en dirección a la casa. «Verla sentada allí de la forma en que estaba fue increíble», dijo el miércoles en una rueda de prensa el sargento Cameron Blaine, uno de los cuatro oficiales que entraron a la casa de un solo piso con una orden de registro y que encontraron a Cleo en un dormitorio.
«Solo quería estar absolutamente seguro de que era ella, así que le pregunte cómo se llamaba. Tuve que hacerlo tres veces antes de que ella respondiera. Luego, la llevamos fuera de la casa y llamamos a sus padres. Fue una sensación maravillosa poder hacer esa llamada», relató al detalle Blaine, que añadió que los agentes involucrados en el caso «se derrumbaron y lloraron» después de encontrar a la niña. Blaine pudo presenciar el posterior reencuentro de Cleo con sus padres. «Es una niña muy confiada y abierta. Todos los agentes nos queríamos turnar para abrazarla», contaba el sargento.
«Han encontrado a Cleo Smith y está en casa sana y salva. Nuestras oraciones fueron respondidas. Gracias a los muchos agentes de policía involucrados», escribió el primer ministro australiano, Scott Morrison, en su cuenta de Twitter.
Horas después del rescate, el primer ministro de Australia Occidental, Mark McGowan, publicó una fotografía de Cleo: sentada en una cama de hospital y sonriendo.
Fuente: El Mundo